El Ayuntamiento de Castellón estudia ampliar la limitación de velocidad máxima a 30 kilómetros por hora en viales del término municipal de la capital de la Plana, una medida incluida en el plan acústico municipal y que busca reducir el impacto del tráfico rodado. Se trata de la más destacada de una serie de iniciativas que pretenden bajar los niveles de ruido en la ciudad.

De este modo, se ampliaría la restricción a otros viales en los que, actualmente, impera la limitación de 50 kilómetros por hora. Esta medida iría en el mismo sentido que la puso en marcha el alcalde de Valencia, Joan Ribó, que estableció que en el centro histórico de la ciudad, el límite sería de 30 kilómetros por hora. En la capital de la Plana, sin embargo, esta medida no se podría aplicar de la misma manera, ya que gran parte de la zona centro está cerrada al tráfico de coches.

Otro de los sistemas de reducción del ruido del tránsito rodado es la instalación de pantallas acústicas “en áreas donde no se cumplan los objetivos de calidad acústica”. En este sentido, el plan acústico también contempla la sustitución de firmes con pavimento fonoabsorbente y la instalación de dispositivos “que garanticen el cumplimiento de las limitaciones de velocidad”.

tráfico fluido // Junto a la reducción del ruido del tráfico rodado, el Ayuntamiento también contempla, a través de la aplicación del plan acústico municipal, conseguir una mejor regulación del tránsito rodado en la ciudad.

En este sentido, propone “modificar flujos de tráfico en vías concretas con objeto de proteger las áreas más sensibles y con mayor afección por ruido”, así como establecer zonas de actuación prioritarias, como “áreas de uso sanitario, docente y residencial”.

Otra de las iniciativas cuya puesta en marcha está prevista es fomentar la circulación por rondas periurbanas --aquellas que rodean el núcleo central de Castellón-- y “discriminar de forma positiva el transporte colectivo y los desplazamientos a pie”.

tascas // Hay que recordar que a través del nuevo plan acústico, el equipo de gobierno también busca poner una solución a la problemática de las tascas, tal y como reveló el mes pasado el vicealcalde de Castellón, Enric Nomdedéu. El objetivo es reducir el impacto del ruido en la zona --calles Isaac Perales y Barracas-- para que, de este modo, se deje de considerar como ZAS. Este nuevo plan, incluido en los presupuestos, tiene una dotación de 100.000 euros. H