El Ayuntamiento de Castellón, a través de la Concejalía de Impulso de la Actividad Económica, estudia fórmulas para dotar de contenido al Mercado de Sant Pere del Grao, que podrían pasar incluso por un replanteamiento de su uso actual. De este modo, se pretende evitar que en un futuro próximo el recinto se quede vacío, ya que en la actualidad solo está en funcionamiento una de las más de 10 paradas comerciales que hay disponibles.

Como paso previo, según explican fuentes municipales, se ha encargado un informe a la Cámara de Comercio para determinar si un mercado de estas características es económicamente viable en el distrito marítimo. Si el estudio da como resultado que no existe la suficiente demanda comercial --hipótesis que se maneja desde el equipo de gobierno--, se abrirá entonces el abanico para dotar de contenido a un inmueble que se inauguró en el mes de diciembre del 2010 y que supuso una inversión de 1,1 millones de euros.

El mercado cuenta con espacio para más de una decena de comercios, dedicados a la alimentación (pescado, carne, verduras...). Sin embargo, desde que se pusiera en marcha han sido habituales los cambios de propietario o los abandonos en las paradas por falta de rentabilidad; y eso a pesar de que los alquileres se establecieron en niveles asequibles.

En la actualidad solo funciona un negocio de venta de carnes y embutidos. Las dos pescaderías instaladas echaron el cierre, una de ellas el pasado verano.

antiguo edificio // La inauguración de este espacio vino motivada por el mal estado en el que se encontraba el antiguo Mercado de Sant Pere, ya muy antiguo y afectado de aluminosis.

Este espacio comercial se levanta sobre un terreno de 780 metros cuadrados y cuenta con más de 2.200 m² de revestimientos y pavimentos cerámicos, con lo que se quería demostrar el “respaldo” a las empresas castellonenses del sector por parte del consistorio. Así, la fachada del inmueble tiene más de 900 m² de azulejos.

La primera planta es una zona polifuncional destinada a la biblioteca, a una sala de ordenadores y a una oficina de consumo. Por otra parte, en un espacio anexo al principal, hay un bar en funcionamiento. H