El tiempo apremia. La Generalitat pedirá al Gobierno avanzar a la fase dos, en la que la Comunitat entrara previsiblemente el próximo lunes 1 de junio, la reapertura de las playas, prevista para la tres. Pero, para ello, los ayuntamientos deben aplicar medidas cara a garantizar su seguridad. El problema está en que aún, a fecha de hoy, desconocen los criterios que el Ministerio de Sanidad impondrá. Sabedor de la importancia que este asunto tiene para los intereses turísticos y económicos de la Comunitat, el Consell ha decidido ir adelantando trabajo hasta conocer las directrices concretas sobre control de aforo, limpieza y seguridad.

Si el pasado jueves era el secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer, quien se reunía con los municipios para tratar este asunto, aunque como informó Mediterráneo, los presentes reclamaron disponer cuanto antes del protocolo a seguir, ayer fue la consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, quien se reunió con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias para trasladarles el borrador del decreto, al que ha tenido acceso este periódico, para salvaguardar la seguridad y la protección en las playas, que también ayer fue aprobado por el pleno del Consell.

Bravo explicó que la norma es «el instrumento necesario para disfrutar de las playas el próximo verano con las máximas garantías». Los consistorios dispondrán de una semana para hacer llegar sus aportaciones y sugerencias al decreto. Uno de los principales puntos es el que hace referencia a que cada ayuntamiento deberá elaborar un plan de contingencia específico para garantizar las medidas de seguridad mientras dure la amenaza del covid-19 con todos los servicios, equipamientos e infraestructuras disponibles.

protocolo de sanidad // Para ello contarán con las pautas recogidas en la guía elaborada por Turisme y que se ha realizado siguiendo las premisas empleadas también por el Gobierno, aunque la Generalitat ha hecho sus aportaciones. Ayer se desvelaron nuevos detalles, después de que el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) enviara el borrador de protocolo para playas a la Secretaría de Estado de Turismo y las comunidades autónomas para su posterior validación por parte del Ministerio.

En dicho documento, que recoge la necesidad de un plan de contingencia municipal, se señala que serán los ayuntamientos los encargados de fijar el aforo de cada playa y controlar que no se exceda a través de cartelería tradicional, recursos humanos, es decir, controladores, o aplicaciones tecnológicas que permitan a la gente tener la información antes de desplazarse hasta la playa.

Por su parte, la zona de hamacas y sombrillas deberá delimitarse a través de balizas o cintas estableciéndose un control en la asignación para poder desinfectarlas después de cada uso.

Las medidas a implantar correrán a cargo de las arcas municipales, de ahí que los ayuntamientos ya hayan pedido la colaboración de todas las administraciones para garantizar un baño seguro.