Los ayuntamientos de la provincia han multiplicado su capacidad de invertir y lo hacen a un año de que se celebren las elecciones municipales, lo que permitirá acelerar las actuaciones que hasta ahora estaban pendientes --o no avanzaban al ritmo deseado-- por la falta de recursos económicos en una de las etapas más restrictivas para las arcas públicas a consecuencia de las restricciones impuestas por el Ministerio de Hacienda para asegurar el cumplimiento de los objetivos de déficit que la propia Constitución regula.

La decisión de la Diputación provincial de duplicar la inversión del plan Castelló 135, lo que le llevará a invertir este año casi 25 millones de euros a repartir entre todos los municipios, se suma la reciente decisión del Ministerio de Hacienda de permitir a los ayuntamientos más saneados de invertir su superávit del pasado año en obras y servicios que redunden directamente en la vida cotidiana de los ciudadanos.

La inversión de la institución provincial y los remanentes municipales irá, de este modo, dirigidos especialmente a reforzar las infraestructuras viarias de las poblaciones, a rehabilitar o construir las dotaciones e inmuebles de carácter social o deportivo, además del arreglo de parques y jardines, entre otras actuaciones que hasta ahora no se habían podido afrontar por el corset económico que suponían las trabas de la propia Administración y la falta de recursos propios de los diferentes ayuntamientos.

La inyección económica anunciada ayer por el presidente de la Diputación, Javier Moliner, tendrá un impacto mayor en los municipios más pequeños, con presupuestos más ajustados, según se explica desde la propia institución provincial, que esperan que las actuaciones previstas puedan comenzar ya antes del verano.

De este modo, con los planes previstos por la Diputación los ayuntamientos verán dobladas sus asignaciones iniciales que tenían aprobadas a cargo del plan 135 para este año y, como consecuencia de ello, sus posibilidades para afrontar nuevas iniciativas en sus municipios, para lo que tendrán que volver a presentar los correspondientes proyectos de obras que deberán ser aprobados a través del pleno provincial.

FRENÉTICA ACTIVIDAD // Este incremento de la capacidad inversora de los ayuntamientos sucede justamente un año antes de una cita electoral, la que debe decidir los próximos gobiernos en los diferentes consistorios y en la Generalitat valenciana, lo que ya se da por hecho desde los entornos municipales unos meses de frenética actividad en cuanto a nuevas obras y servicios, como es la renovación de la red viaria, tanto urbana como de caminos, la rehabilitación de las instalaciones municipales, la reforma de mobiliario urbano, dotaciones en cuanto a servicios sociales o el saneamiento de canalizaciones públicas, principalmente, según constatan a este diario las mismas fuentes.