Los ayuntamientos de la provincia intensifican los trabajos de limpieza y acondicionamiento de sus términos municipales ante el inminente riesgo de inundaciones, debido a los fuertes episodios de lluvias que se esperan para el mes de septiembre. El aviso de la Generalitat, que instó ayer a los consistorios a activar los protocolos para evitar anegaciones en las próximas semanas, no ha sorprendido a los municipios de Castellón, que trabajan para liberar barrancos, acequias, cunetas, imbornales y canales.

La alcaldesa de la capital de la Plana, Amparo Marco, ya presentó este miércoles los avances de su plan antiinundaciones, en el que trabajan 20 operarios y 12 vehículos de la empresa concesionaria Facsa. Los técnicos apuran las jornadas previas a la llegada de las precipitaciones para despejar la red de alcantarillado.

Unas labores de limpieza que se extienden a lo largo y ancho de la geografía provincial. En Almassora, los operarios del plan de empleo municipal han iniciado los trabajos en el barranco que delimita su término municipal con el de Castellón.

Los beneficiarios de este programa de inserción laboral se desplazarán durante varios días hasta el tramo norte del barrio Fátima para desbrozar y retirar desechos de esta zona. El desbroce a mano y con maquinaria ligera se suma a los trabajos ya ejecutados con la maquinaria cedida por la Diputación para retirar la maleza del cauce del barranco. El objetivo es que este espacio se encuentre lo más limpio posible antes de la llegada de la temporada de lluvias, de manera que pueda canalizar bien el agua.

Burriana, por su parte, ha acometido la puesta a punto de les Goles, ya que son las salidas naturales de agua donde habitualmente se pueden producir más problemas con la acumulación de agua. Desde el consistorio señalan que durante todo el verano se han realizado limpiezas periódicas en la zona marítima, y recuerdan que, a partir de la próxima semana se acondicionarán las acequias y conductos de la avenida Cañada Blanch, que recogen las aguas de la mayor parte del término municipal y también de la cuenca del río.

En Vila-real, la limpieza de imbornales y cunetas -competencia de la CHJ--, se realiza durante todo el año con regularidad, inciden. Desde el gobierno municipal insisten en que ahora se produce un refuerzo de personal del Inem Agrario (incorporado esta semana), que intensifica estos dispositivos de limpieza, dada la cercanía del otoño.

Para prevenir inundaciones en Nules, los trabajos se centran, desde el pasado mes de julio, en el barranc del Torrent. Además, este año se ha avanzado el acondicionamiento de acequias y canales de la Marjaleria, que desembocan en la Gola.

REFUERZOS

En Benicàssim, la limpieza del barranco de Farja se efectuó hace aproximadamente un mes desde la curva de Tomasset. Desde el Ayuntamiento explican que será a partir del día 15 (concluido el servicio de playas) cuando Fobesa adecente las alcantarillas, en colaboración con la brigada de limpieza.

Por lo que respecta a Almenara, el próximo lunes, día 3, un equipo compuesto por 23 personas iniciará los en la red de acequias y barrancos, tales como el barranc de Talavera, que es el que más agua recoge.

Por su parte, Moncofa ya está llevando a cabo el adecentamiento de las acequias de la parte baja del término municipal, que recogen el agua de lluvia que desaguan los campos de cultivo. Desde el equipo de gobierno inciden en que van a solicitar a la Confederación Hidrográfica del Júcar la limpieza del cauce del río Belcaire. Alertan de que con una posible bajada de agua la vegetación puede actuar como freno y provocar desbordamientos.

CRÍTICAS A LA CHJ

Algunas críticas recibe también la CHJ desde el Maestrat. Vinaròs revisa estos días su plan de inundabilidad, aunque su alcalde, Enric Pla, puntualiza que «siempre tenemos que estar pendientes de la Confederación, que muchas veces ni da permiso ni deja hacer».

A través de la Concejalía de Obras y Servicios, se han iniciado ya la limpieza y el desbroce de los cauces de barrancos en sus primeros 500 metros de desembocadura, tras haberse recibido la autorización de la CHJ.

Lluvias torrenciales de otros otoños propiciaron un plan de actuaciones conjunto con la Policía Local, la empresa de limpieza viaria y la que acondiciona las playas. Un protocolo que corta puentes y señaliza zonas propensas a inundarse cuando se esperan más de 20 litros en una hora.

Peñíscola también pone a punto su término. «Hacemos todo lo que está en nuestras manos, con especial atención a la Marjal, donde hay que actuar en fechas concretas para no interferir en la cría de las aves. Muchos espacios son cosa de la CHJ», dice su primer edil, Andrés Martínez.

Informan: J. Flores y M. Sánchez