La futura ley valenciana que regulará las explotaciones mineras y extracción de arcillas para sectores como la cerámica tratará de compaginar el medio ambiente con los intereses de la industria, además de contar con la participación de los ayuntamientos en los procesos, según puso de manifiesto ayer el conseller de Economía, Rafael Climent, durante la reunión de la mesa de la minería, un órgano consultivo que agrupa a todos los sectores vinculados a este sector y que debe poner las bases del nuevo reglamento que debe regir esta actividad.

La reunión del sector de la minería sirvió para poner en marcha dos comisiones que trabajen en la resolución de los problemas más acuciantes que se dan actualmente. De una parte, se crea un grupo de trabajo que se centrará en la adecuación de las explotaciones mineras hoy existentes a la actual normativa medioambiental y de ordenación del territorio. En segundo lugar, otro grupo se encargará de abordar los criterios que deben darse para asegurar las garantías económicas en las restauraciones de los distintos emplazamientos.

Desde el sector de la extracción de minerales y arcilla, las empresas reclamaron a la Generalitat celeridad para resolver los actuales problemas «que impiden el correcto desarrollo del sector y que garanticen su sostenibilidad», para lo que piden un encaje jurídico que permita la viabilidad de las diferentes explotaciones.