Los hornos de las empresas cerámicas de Castellón están a pleno rendimiento tras dejar atrás unos meses de descenso brusco de la actividad a consecuencia del coronavirus. Sin embargo, este incremento de la producción tiene bastante de provisional, ya que no responde a una mejora de las condiciones del mercado, sino a una necesidad de recuperar los pedidos perdidos por el confinamiento.

Como muestra, el sector produjo el pasado mes de agosto un 18,9% más que en el mismo periodo del año pasado, confirmando una tendencia positiva que ya empezó a asomar en julio. Pero la patronal Ascer es la primera que insta a ser «cautos» pese a las cifras de índice de producción industrial, publicadas ayer por el portal estadístico de la Generalitat. Y es que la situación de incertidumbre que genera el coronavirus hace muy difícil hacer previsiones a corto plazo, remarcan. Y destacan que aunque el dato del mes sea positivo, el acumulado del año sigue siendo negativo (-8,5%). Es, sin embargo, un porcentaje aún menor al pronosticado por su presidente, Vicente Nomdedeu, para el cierre de este ejercicio, que es el 10%.

«El dato de este agosto es atípico, ya que en una situación normal muchas empresas hubieran parado para realizar actividades de mantenimiento», remarcan.

Por ello, fuentes del sector hablan de un simple «desplazamiento» de la producción del segundo trimestre al tercero, aunque lo cierto es que el dato de agosto es mucho más relevante que el de julio, cuando creció solo en un 0,3%.

«La actividad que hay actualmente en la construcción no justifica un incremento del 18,9%», coincide el presidente de la Asociación de Técnicos Cerámicos, Juan José Montoro, que no obstante cree que hay que poner en valor este porcentaje: «Las empresas están impulsando la producción en vez de amilanarse. Además, se ha producido la sustitución de hornos por otros de mayor producción». Otro factor que en alguna medida está influyendo también es que si bien no está habiendo nuevas construcciones, «las reformas están yendo al alza».

Pese a todos estos matices, lo cierto es que el sector encara una situación más favorable para afrontar el futuro que hace solo unos meses. Tras un enero con una caída del 1% y un febrero con una subida del 6,1%, el coronavirus trajo descensos de la producción del 9,3% (marzo), 57,1% (abril), 6% (mayo) y 6,7% (junio).