La industria azulejera española, implantada de manera masiva en la provincia de Castellón, ha vuelto a cerrar el ejercicio 2016 creciendo más que su principal competidora, la de Italia. Se cierra así un lustro en el que los empresarios castellonenses han tenido unos indicadores superiores a los del clúster transalpino, que si bien sigue como líder indiscutible en el binomio euro/m2 comercializado, ha sufrido un bache considerable durante este tiempo.

Según los datos divulgados por Confindustria Ceramica, la patronal italiana de fabricantes de pavimentos y revestimientos cerámicos, el sector cerró el año 2016 con unas ventas de 415 millones de metros cuadrados (+5,4%), con un incremento de ventas global del 4,6% respecto al 2015. La cifra contrasta con el dato de producción de las fábricas castellonenses, que han terminado rozando los 500 millones de metros cuadrados, un 7,5% más, una tendencia que aún se ampliará más en el nuevo 2017, teniendo en cuenta los importantes proyectos de ampliación de instalaciones que ahora mismo se están llevando a cabo por la práctica mayoría de las firmas del clúster.

Lo mismo ocurre en el apartado comercial. En el capítulo de la exportación, las firmas del clúster italiano han mejorado sus ventas y han mejorado en un 4,4% el volumen de metros cuadrados exportados --no se facilita una facturación estimada todavía--, mientras que en el caso de España, las ventas internacionales materializadas son de 2.750 millones de euros, un 4,8%, es decir, cuatro décimas por encima.

EL NEGOCIO EN CASA // Lo mismo ocurre en el ámbito doméstico: las firmas transalpinas han conseguido dar la vuelta a las cifras negativas del último trienio y vuelven a crecer, con un incremento del consumo del 5,5% en metros cuadrados --al igual que en la exportación, no se ofrecen aún los datos en euros--, mientras que en España, el negocio ha ascendido a 755 millones de euros, es decir, un 17,5% más que en el 2015, en una muestra clara de la consolidación de la recuperación en la que se halla inmerso el sector ahora mismo.

También es pareja otra realidad en este mismo ámbito: el mercado italiano absorbe ahora 85 millones de m2, cuando llegaron a ser 180 millones de m2, mientras que en España ahora son 755 millones de euros los que se venden, mientras que llegaron a ser unos 2.000 millones antes de la crisis.

MÁS RÁPIDO EN ASCENSO // Hace falta remontarse al año 2008 para encontrar unos datos tan buenos en la industria italiana como los que se han vivido en el finiquitado 2016. Por el contrario, la española, si bien aún no está en niveles de ventas de precrisis (entonces superaban los 4.000 millones de euros en el 2007) sí que vienen manteniendo una firme tendencia alcista desde el año 2010.

El punto débil de las marcas de Castellón es el precio medio de venta, poco más de 6 €/m2 de media, frente a los casi 12 euros/metro cuadrado de Italia. Eso hace que, con menos metros, los italianos facturen más de 5.800 millones de euros, frente a los 3.300 millones del Tile of Spain.