Hace 20 años, los agricultores y los empresarios podían adivinar por estas fechas, con la cosecha recién iniciada, cómo sería la campaña citrícola. A más producción, precios algo más bajos. Y los años que había menos kilos en el campo, cotizaciones al alza. Esta sencilla ecuación se ha complicado en los últimos años debido a que las naranjas y clementinas se han convertido en una mercancía global, lo que obliga a tener en cuenta otras variables, como el tonelaje de otros países productores. En este sentido, la caída de la producción que prevé para Castellón el aforo citrícola autonómico también afectará a Turquía, Egipto o Italia, otros países productores del hemisferio norte, una situación que, según varias fuentes del sector consultadas por este diario, puede facilitar una campaña exportadora «más ordenada».

En Castellón, la previsión del Consell es que la caída de la producción sea del 33,2%, aunque fuentes empresariales matizan que el descenso podría ser algo menor porque «los aforos no están ajustados», con lo que la cifra final, si es más elevada que la primera previsión como el año pasado, podría ser similar a la del 2017 y rozar las 600.000 toneladas.

Con la producción en la provincia a la baja, ¿qué ocurre en los países competidores? Según explica el técnico de la Unió, Ferran Gregori, para tratar de saber cómo irá la temporada hay que fijarse en los países productores del hemisferio norte, cuya cosecha coincide con la de Castellón. En Turquía, que tiene una producción de mandarinas tempranas incipiente (especialmente de la variedad satsuma), la cosecha podría caer un 25% según las previsiones de la Unión de Agricultores de Adana, una de las principales zonas agrícolas del país. En Italia, donde la producción se concentra en el sur, la situación es aún peor y se espera que la fruta comercializable caiga hasta un 70% con respecto a una campaña anterior de récord.

La principal duda es qué ocurrirá en Egipto, que ya es el principal competidor de España por el primer puesto mundial de exportaciones. A pesar de que los aforos anticipan una caída de la cosecha, fuentes del sector en la Comunitat no se fían de un país que tiende a minimizar sus números y que es el principal competidor mediterráneo de Castellón por su alta producción de clementinas.

Además, habrá que esperar a las próximas semanas para valorar si los últimos coletazos de la campaña en Sudáfrica dañan tanto al sector como el año pasado, mientras en el caso de Marruecos sus ventas exteriores se centran en Estados Unidos y Rusia.

BUENA ENTRADA EN MERCADOS

Con estos ingredientes, tanto los exportadores como los productores confían en que la entrada de los cítricos de Castellón en los mercados europeos, donde se concentran el 90% de las ventas exteriores, sea más «ordenada» y «fluida» que en la campaña anterior. Por el momento, los precios que los comercios pagan a los agricultores son más altos que en la temporada anterior, alcanzando en casos puntuales los 36 céntimos.

Otra buena noticia es que, tal y como apuntó el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, este año la fruta es «de excelente calidad».