El bajo precio al que se está vendiendo la carne de pollo pone en riesgo la supervivencia de las 350 explotaciones ganaderas de estos animales que existen en la provincia. Castellón agrupa prácticamente el 60% de la producción de la Comunitat de pollos, con 7 millones de plazas de los 12 que hay en el territorio autonómico y las cotizaciones de estos animales amenazan seriamente las granjas, censuró ayer la Unió de Llauradors i Ramaders.

Hasta el punto que esta organización agraria ha denunciado ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), organismo autónomo adscrito al Ministerio de Agricultura y que se encarga de vigilar el correcto funcionamiento de la cadena alimentaria, a dos cadenas de supermercados por supuestamente vender esta carne “a pérdidas”.

En concreto, en las dos cadenas de supermercados se está vendiendo actualmente el pollo un 31 y un 25% más barato de lo que marca el Ministerio como precio de venta al público mínimo, fijado en 2,67 euros por kilo, según indicó la Unió --aunque el informe de precios en origen y destino del Ministerio marca 2,94 euros, más alto incluso--. Así, en una se vende a 1,83 euros el kilo y en la otra a 2 euros exactos.

Esto, según denuncia Francis Ferreres, técnico del sindicato agrario, provocará que, a corto o a medio plazo, “los productores acabarán entrando en pérdidas” debido a la presión que les trasladarán sus compradores, con lo que las explotaciones dejarán de ser rentables.

En la organización agraria denuncian que las dos cadenas de supermercados utilizan la carne de pollo como atractivo --ya que es un producto muy habitual en la cesta de la compra-- para captar clientes y temen el efecto dominó que puede provocar en el resto de supermercados e hipermercados, que ya distribuyen a los consumidores finales el 60% de este alimento básico.

perjuicios // Esto no solo tiene consecuencias para las 350 granjas castellonenses de pollos --que a pesar de ser la mitad de las de la Comunitat, donde hay 700, agrupan el 60% de la producción total, al ser explotaciones de un tamaño aceptable--, sino también para los fabricantes y distribuidores de piensos, los mataderos y las salas de despiece, indica Ferreres.

Por ello, desde la Unió han lanzado la denuncia a AICA, tal y como han hecho en otras ocasiones con otros productos, como es el caso de los cítricos, para que inicie una investigación que determine si las dos cadenas incurren en una venta a pérdidas, algo prohibido por ley y que puede derivar en una sanción. H