El Banco de Alimentos de Castellón prestó servicio a 13.162 usuarios durante los seis primeros meses del 2017. Así se desprende del balance presentado ayer por el presidente de la entidad, Alfredo Marqués, y su vicepresidenta, Susana Escudero, quien matizó que este año esperan «mejorar los resultados del 2016» «Tenemos buenas previsiones para los meses que quedan de año así como para el comienzo del 2018», destacó, y remarcó el trabajo que desempeñan los 400 voluntarios que, de forma desinteresada, prestan su ayuda: «Sin ellos, nada sería posible».

En lo que va de año, el banco de alimentos castellonense ha repartido 103.989 kilos de comida, 18.621 más que en el 2016 y ha atendido a 79 entidades, «el 90% de índole religioso», apuntó el presidente. «Nosotros no trabajamos con los beneficiarios sino con las entidades, ellas son las encargadas de repartir los alimentos a cada familia», matizó.

Unas familias que, como bien explicó Escudero, «lo que más necesitan son productos lácteos y también infantiles». A 30 de junio, el Banco de Alimentos había atendido a 805 bebés, 10 más que en el 2016. «Tenemos un perfil muy variado de gente que necesita nuestra ayuda, pero podemos decir que la gran mayoría son familias con hijos», apuntó.

En este sentido, ambos representantes quisieron agradecer las donaciones que realizan empresas privadas y particulares.