«Esto es el paraíso y está en Castellón». Cada vez que Laura Ortega y su familia suben a Montanejos y se asoman a la Fuente de los Baños repiten la misma expresión. La última vez que estuvieron fue el pasado domingo y allí no paraba de llegar gente. En familia, en grupo, de todas las edades, con y sin niños, con y sin nevera portátil, con y sin barra de pan... Como Laura, casi todos llegan andando desde los parkings de pago ( tres euros por vehículo), aunque para tener una plaza garantizada hay que madrugar. Porque darse un chapuzón en alguna de las piscinas naturales del interior de Castellón tiene cada vez más tirón. Lo tiene en Montanejos, donde hay días en los que se congregan más de 2.000 personas, pero también en Navajas, Villahermosa del Río o en Cirat.

El boca a boca y las redes sociales han popularizado unos destinos que cada verano cuentan con más adeptos. «Cada vez hay más gente y llegan de todas partes de la provincia», explican en el Ayuntamiento de Llucena, un municipio con tres zonas de baño. En Navajas también confirman el auge y eso que los baños en el Salto de la Novia son de pago. El ayuntamiento decidió el año pasado cobrar dos euros a todos aquellos que quieran bañarse (los menores de 10 años y las personas empadronadas en la localidad esán exentas) en un intento por regular las visitas y poner coto a la masificación de visitantes. «Hay domingos en los que se juntan casi un millar de personas», describen desde la Oficina de Turismo de esta localidad.

De pago o gratis total; de fácil o difícil acceso; con parking o sin él... la verdad es que las piscinas naturales del interior de la provincia se han convertido en un importante reclamo turístico. Porque para bañarse en verano no hace falta irse al mar. Se puede viajar al interior y disfrutar de una gran cantidad de pozas. Y ahí van algunos ejemplos.

Fuente de los Baños en Montanejos

El último rey moro de Valencia, Abu Zeit, se refugió en la Serra d’Espadà antes de capitular definitivamente ante Jaume I. En Montanejos construyó unos baños para que sus favoritas no perdieran nunca la gracia y la belleza. Hoy, este pueblo de Castellón de apenas 550 habitantes tiene en su Fuente de los Baños una garantía de supervivencia. Su agua fue declarada de utilidad pública por la Real Orden del 13 de octubre de 1863. Por su temperatura constante de 25ºC tiene efectos hipotermales y es una de las piscinas naturales con más tirón de Castellón. «La visitan muchísimos turistas, sobre todo de Valencia, aunque también de la provincia y cada vez hay más extranjeros», describe Jaime Cinto, uno de los responsables de la Oficina de Turismo de Montanejos.

Además de la Fuente de los Baños, entre Montanejos y la Puebla de Arenoso, se encuentra el embalse de Arenós, cuyo desagüe es conocido como el chorro. Se trata de una cascada con espectaculares paredes verticales de piedra caliza en las que también es posible darse un chapuzón.

Salto de la Novia en Navajas

En Navajas, en plena naturaleza, se encuentra un salto de agua rodeado de vegetación. Al lugar, que en época posterior a las lluvias y nieves se ve bajar el agua con fuerza por su brazal, se le conoce como Salto de la Novia, una pequeña cascada que desciende a más de 30 metros de altura para precipitarse en las aguas del río Palancia. Todo un espectáculo que atrae cada verano a miles de visitantes. Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, cuando una pareja quería mostrar a los demás su fidelidad, debía acudir al río para llevar a cabo el salto de la novia, una prueba de amor. La joven debía saltar a la otra orilla del río por su parte más estrecha. Si lo conseguía, la hazaña auguraba un futuro prometedor y fértil para ambos, mientras que de no lograrlo, el matrimonio se consideraba irrealizable por creer que sería desgraciado.

El pozo negro de Fuentes de Ayódar

Es una gran desconocida y para muchos es una de las piscinas naturales más espectaculares de Castellón. Ubicada en plena sierra del parque natural de la Sierra de Espadán, a medio camino entre Fuentes de Ayódar y Torralba del Pinar, a esta piscina también se la conoce con el nombre de sin suelo, por su profundidad de unos tres metros. Se trata de una zona de baño junto al paraje de la Fuente del Zuro, creada de forma natural por el desgaste del impacto del agua. ¿El inconveniente? No se puede acceder en coche o moto. Para poder darse un baño o simplemente admirar esta maravilla de la naturaleza hay que caminar una hora.

Toll de Carlos en Llucena

Es una de las tres pozas naturales de Llucena. Las otras dos son Molí del Ros y La Badina. La más accesible y popular es la Badina, dado que cuenta con un puente colgante y un merendero. Un poco más arriba se encuentra el Toll de Carlos, una zona algo más salvaje que la de La Badina y bastante menos profunda. Las tres pozas forman parte de la popular Ruta de los Molinos, un camino que transcurre por los principales molinos de agua del municipio y que se beneficia del augue del turismo rural y de las rutas de senderismo. «La ruta es cada vez más conocida y, sobre todo los fines de semana, atrae a decenas de personas», apuntan desde el ayuntamiento del municipio.

Las Salinas de Cirat

La ruta del barranco de las Salinas, en Cirat, es ideal para los amantes del senderismo y también del baño, ya que cuenta con nueve pozas de agua, muchas de ellas grandes desconocidas. Entre las más importantes destacan el Pozo Negro, la Bañera, los Toboganes, la Caldereta y, sobre todo, la cascada el Salto de la Novia (no confundir con el de Navajas, mucho más concurrido en verano). Para acceder a este lugar repleto de pozas hay que cruzar Cirat por su izquierda, y aparcar el vehículo. Tras andar unos 500 metros por un camino empieza la ruta, que solo puede recorrerse andando o en bicicleta.

Cascada del río Carbo

en Villahermosa

Situado a los pies del pico de Penyagolosa, se encuentra el río Carbo, un lugar de gran belleza donde también es posible tomar el baño. Las vistas del río y del cañón son preciosas y se pueden encontrar diversas pozas y saltos de agua. Quien quiera (o se atreva) puede darse un refrescante chapuzón. Porque el agua del río está helada, pero es cristalina y de imponentes reflejos turquesas.

Fuente de Sant Pere en la Pobla de Benifassà

La Tinença de Benifassà es una de las joyas naturales de Castellón, un territorio montañoso y prácticamente virgen lleno de lugares para el baño. Uno de ellos es la Fuente de Sant Pere en el río Sènia. Aguas tranquilas, cristalinas, saltos de agua, peces, vegetación de ribera, con una pequeña playa accesible a todos y un restaurante con una terraza espectacular sobre la gran poza.