¿Habrá que guardar turno para darse un chapuzón este verano en la playa? ¿Qué separación deberá hacer entre toallas? Son algunas de las incógnitas que se plantean para este verano en la playa y, de momento, los alcaldes de la costa de Castellón tienen muchas más preguntas que respuestas. Todos están a la espera de que el Gobierno regule cómo serán los baños y la estancia en los arenales en toda la costa española, aunque algunos ayuntamientos de la provincia ya han anunciado que, además, pondrán en marcha toda una batería de medidas complementarias.

Orpesa va a activar un plan para dotar de la máxima seguridad a sus playas y los arenales contarán con una nueva regulación de accesos que permitirá el distanciamiento y seguridad adecuados. «Dichos accesos facilitarán la entrada y desalojo de los usuarios mediante un sistema alterno con las debidas indicaciones verticales y horizontales y la franja más cercana al litoral, que es utilizada para el paseo por los bañistas, se balizará para que, esta actividad se pueda realizar cumpliendo siempre con el distanciamiento», asegura la alcaldesa, María Jiménez.

En Peñíscola, el consistorio que dirige Andrés Martínez quiere sacar informadores a la calle con el objetivo de ayudar y orientar a los turistas y bañistas en el cumplimiento de las normas de seguridad.

En Alcalà-Alcossebre, la concejalía de Turismo está estudiando posibles escenarios que irían desde playas con aforos controlados, donde solo se permita un baño rápido, sin duchas ni lavapiés, hasta limitaciones en los accesos. «De momento no hay nada concreto y nos adaptaremos a lo que marque el Gobierno», dicen en el Ayuntamiento.