Nos levantamos a las 06.30 y preparamos el desayuno. Mi mujer trabaja. Hoy celebramos nuestro 19º aniversario. En plena pandemia. Así son las cosas. En estos años hemos vivido de todo. Hemos pasado por buenos y malos momentos. Y hemos permanecido juntos. Apoyándonos. Siendo un equipo. Cuando se marcha, nuestros hijos aún no se han despertado. Cuando lo hacen vemos varios episodios seguidos de la serie de dibujos animados que nos tiene enganchados: Los 3 de abajo, de Los cuentos de Arcadia.

Antes de ponernos con los deberes, navego un poco por internet. Cotilleo Facebook y leo algo de prensa digital. La mañana viene cargadita. Se ha hecho público que el ministro Illa, en medio de la que tiene liada con la crisis del coronavirus, ha dedicado un tiempo muy valioso de su agenda a las conspiraciones políticas catalanas. Me pregunto cómo es posible que el ministro de Sanidad más vapuleado de los últimos años, el que tiene que gestionar la crisis más grave y que de momento está cosechando malísimos resultados, se atreva a abandonar sus quehaceres ministeriales para ensuciarse con los turbios asuntos políticos de Badalona. ¿Es que su partido no tiene a nadie más para hacer estas cosas? ¿No tiene fontaneros? ¡Venga ya! ¿Qué clase de gente nos gobierna? También leo que la ministra Rivera ha sido denunciada por un presunto delito contra la integridad moral de los españoles. No creo que el tema vaya más allá de la mera anécdota, pero no es menos cierto que sus declaraciones sobre Portugal fueron un insulto a la inteligencia de todos.

A las 09.15 nos ponemos con las tareas escolares. La web Mestre a casa funciona. Hoy tenemos Inglés, Naturales, Valenciano, Matemáticas y Música.

A las 12.30 bajo a comprar el pan y el periódico. Las páginas de Mediterráneo también echan humo. Alucino pepinillos con la última polémica de la consejera Barceló. Lo de esta mujer es un dislate. Sanidad afirma que en Castellón estamos listos para hacer pruebas PCR en los centros de salud pero los médicos, a través de su colegio oficial, lo niegan. ¡Lo niegan! No es que lo pongan en duda, es que lo niegan. Los médicos, los que saben de verdad de qué va la cosa, hablan de improvisación y falta de material. ¡Joder, joder, joder! Ha llegado el momento de exigir la dimisión de la consejera de salud valenciana. Ana Barceló debe seguir el camino marcado por su homóloga aragonesa e irse a su casa. ¡Ya! Hoy mejor que mañana. No está capacitada ni legitimada para continuar en el cargo. En clave local veo que las fiestas de la Magdalena 2020 se posponen hasta 2021. Me alegra la sensatez que el mundo de la fiesta y el Ayuntamiento de Castelló han demostrado. Sí señor. Me entristece y enfada la dictadura a la que este bicho llamado covid-19 nos somete.

A las 13.30 preparo la comida. Entrecot de ternera y patatas fritas, acompañadas por una gran ensalada. Mel de romer! Después de comer dejamos pasar el rato, sin más. Y a las 17.30 salimos a pasear. Le damos caña. Trotamos por todo Lledó. Nos metemos siete kilómetros entre pecho y espalda. Mi perrita lo agradece. Los niños también. Y yo más. ¡Qué ganas tenemos de recuperar la libertad! Porque este confinamiento, aunque sanitariamente sea necesario, no deja de ser una putada de las gordas.

A las 20.00 salimos a aplaudir al balcón. Quedamos muy pocos. Esto se acaba. Y así pasa un día más sin que haya escrito ni una sola línea de mi nueva novela. ¡Maldito virus!

*Escritor