El extesorero del PP Luis Bárcenas admitió este martes que el exsecretario general del PPCV, el castellonense, Ricardo Costa le contó que había instrucciones en el PPCV para girar facturas de campaña a empresarios, si bien él le contestó que eso estaba «absolutamente prohibido» desde la dirección nacional, desvinculando, además, a Génova de la trama.

También reconoció que en una ocasión viajó a Valencia con Lapuerta porque un empresario, amigo de la cúpula del PPCV, quería hacer una donación al partido, si bien no especificó la cantidad ni si se la dio en mano.

Bárcenas regresó a la Audiencia Nacional tres meses después de que finalizase el juicio a la primera época de Gürtel, aún pendiente de sentencia y donde se enfrenta a 39 años y medio de cárcel, y declaró como testigo en este procedimiento contra la trama valenciana de la red.

Durante su testifical en el juicio, que se retoma este miércoles con más testigos, Bárcenas corroboró la versión que aportó Costa hace semanas, de la que informó Mediterráneo, y admitió que éste le contó que el exvicepresidente valenciano Víctor Campos, a quien ha llamado «el tesorero de facto del partido», le dio la instrucción de «asignarle facturas a determinadas empresas para que se hiciesen cargo de gastos» de campaña del PPCV.

GESTIÓN REGIONAL

Sin embargo, se desentendió de esa supuesta financiación irregular del PP valenciano y desvinculó a la dirección del partido porque, según su versión, la sede nacional tenía «una intervención muy pequeña» en la contabilidad de las facciones regionales, que se encargaban de su propia gestión.

Bárcenas explicó que mantuvo una reunión en la sede nacional del partido, en la calle Génova (Madrid), con el exsecretario general valenciano, quien le transmitió esa «preocupación» sobre posibles prácticas de financiación irregular en el partido regional, que la Fiscalía cree que se llevaron a cabo en las elecciones municipal y autonómica del 2007 y en las generales del 2008.

A raíz de esta confesión, Bárcenas -entonces gerente del PP- aseguró que le dejó claro que «eso estaba terminantemente prohibido» y recordó «experiencias pasadas» que afectaban al PP y «sobre todo al PSOE».

Una versión similar a la que ofreció Costa cuando responsabilizó al expresident Francisco Camps de instaurar ese sistema de financiación irregular y relató que Bárcenas le advirtió de que eso supondría un «Filesa 2».

APUNTA A LAPUERTA

Al término de la conversación, Bárcenas le contó todo a su superior, el entonces tesorero Álvaro Lapuerta, que le dijo que «hablaría con Valencia y lo dejaría claro».

«No tengo ni idea de con quién habló, imagino que diría que cumpliesen las instrucciones de la sede central. Parece ser que al final no se cumplieron», apuntó.

A quien no se lo contaron fue al secretario general del PP, entonces Ángel Acebes, porque el «tesorero nacional tenía plena autonomía en materia económica (...) y no tenía que trasladarle esa preocupación a otro cargo de algo que era de su total responsabilidad», puso de manifiesto el extesorero del PP nacional.

Sobre la financiación de las campañas, Luis Bárcenas detalló que desde la central se asignaba una cantidad a cada provincia durante las elecciones municipales, que se entregaba en mano a los gerentes provinciales en una reunión, junto con un manual en el que se explicitaba por escrito «la imposibilidad de aportar ningún fondo propio a la campaña», porque se podía exceder el límite de gasto establecido. H