Los hosteleros con negocios en las tascas, Lagasca y las plazas de la Muralla Liberal y Tetuán de Castellón advierten de que las medidas aplicadas para paliar el ruido están mermando sus cajas, cifrando las pérdidas «en más del 40%» de la facturación, y auguran que esta cifra se incrementará con las nuevas medidas. Tienen sus bares, cafeterías o restaurantes en una de estas cuatro zonas donde mayor volumen de personas se concentran, sobre todo los fines de semana, y sin embargo, aseguran, ven afectados sus ingresos por la reducción de las dimensiones de las terrazas, por tener que cerrar más pronto que quienes tienen la misma licencia en otra zona o por no poder vender alcohol en la vía pública más allá de las 22.00 horas --caso exclusivo de las calles de las tascas--.

Habrá nuevas medidas contra el ruido en las plazas Muralla Liberal y Tetuán, donde hace justo un año ya obligaron a quitar mesas a las terrazas. Ahora, se avanza el horario de cierre --de la 1.00 a las 00.00 horas y se reduce todavía más el tamaño de las terrazas--. «Si se aplica, tendré que cerrar. Llevo 18 años con este negocio y con estas restricciones ya no podré aguantar», explica una de las hosteleras afectadas. «Voy a buscar a un abogado porque no es justo que nos castiguen a todos. Cada uno tendría que cumplir con su licencia y así no habría tanto ruido, porque lo que pasa es que se sacan muchas sillas». «Los clientes no entienden que tengamos que cerrar tan pronto», apuntan desde otro negocio. «Me parece una discriminación porque en otras zonas sí se puede servir hasta más tarde», indican desde otro establecimiento afectado.

Dos de estas zonas donde se aplican restricciones al ruido ya están declaradas zonas acústicamente saturadas (ZAS): las tascas y Lagasca. Desde el Ayuntamiento mantienen que si se han aprobado nuevas acciones contra la contaminación acústica es precisamente para evitar otra ZAS.