El presidente provincial del PP, Miguel Barrachina, denunció ayer que el PSOE sigue sin bonificar la autopista AP-7 en la provincia de Castellón. Y esta medida todavía tardará semanas en materializarse porque, tal y como publicó este diario, el Gobierno autorizó recientemente el gasto -algo más de nueve millones de euros- pero todavía falta aprobar el decreto para su puesta en marcha.

Pese a la promesa de los socialistas, desde el pasado 1 de septiembre del año pasado el PSOE «está aplicando bonificaciones en la autopista en las provincias catalanas y, sin embargo, no ha ejecutado estas propuestas en la provincia pese a que tenemos las mismas condiciones de siniestralidad y de contaminación», afirmó el dirigente popular.

El presidente del PP en Castellón, destacó también que «ante la presión de la provincia de Castellón, los sanchistas se vieron obligados a prometer que ampliarían las bonificaciones a Castellón». Según anunciaron sería «en unos días» pero «han pasado meses y la discriminación sigue patente». «De hecho, tras el acuerdo del último Consejo de Ministros persiste la discriminación, única en todo el territorio nacional, por la que con dinero del Ministerio de Fomento se subvenciona hasta un límite provincial convirtiéndolo en una auténtica frontera fiscal con vecinos buenos a un lado, que lo tienen gratis, y malos al otro, que pagan íntegramente», dijo Barrachina.

Hay que recordar que el PSOE decidió que en Cataluña los vehículos tengan bonificado el 100% el uso de la AP-7 y los camiones un 50%. Sin embargo, una vez se accede a la provincia de Castellón se vuelve a pagar el 100%, mientras que los camiones mantienen la bonificación solamente hasta la localidad de Peñíscola.

El PP lamentó, de esta forma, el silencio cómplice del PSOE en la provincia y el hecho de que «desde que gobierna el PSOE no paran de castigar a esta provincia: sube el paro de nuevo, nos discriminan con la AP-7, entierran el proyecto de la A-7 que iba a ser una autovía que cruzara la provincia y que ya tenía presupuesto o condenan a los que tienen un coche diésel», concluyó el popular Miguel Barrachina.