La durísima derrota electoral del pasado 24 de mayo y su reciente declaración en la comandancia de la Guardia Civil de Castellón por su presunta implicación en la operación Púnica dieron ayer la puntilla a la carrera política de Alfonso Bataller. El alcalde en funciones se derrumbó superado por los acontecimientos y, en una comparecencia a media tarde en el salón de plenos sin admitir preguntas, leyó un comunicado de renuncia al acta de concejal y al cargo de presidente local. Al finalizar, los concejales del PP presentes en la sala aplaudieron y se abrazaron a él, especialmente el presidente provincial, Javier Moliner.

Bataller tomará posesión de su escaño en el pleno de investidura de mañana (“por los 21.000 votantes que han confiado en mi equipo como la opción política mayoritaria en la ciudad”) y el lunes, dimitirá y abandonará la vida política para regresar a su puesto de médico anestesista.

Bataller sucumbió a la presión de saber que su periplo político de 12 años tenía fecha de caducidad y también ante el delicado panorama judicial que adivina en el horizonte, y tomó ayer por la mañana la decisión de marcharse tras hablarlo con su familia, según admitió en su comunicado que a duras penas leyó con la voz entrecortada por la emoción. “Las últimas noticias aparecidas en los medios no solo dañan mi imagen sino que también causan dolor a mi familia, a mi entorno y a mi partido”, remarcó para defender su honorabilidad en la rúbrica de los contratos de propaganda institucional con el conseguidor de la red Púnica, Alejandro de Pedro, quien precisamente ayer se negó a declarar ante el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco.

Bataller insistió en que el Ayuntamiento actuó “con total transparencia y honradez” y se mostró convencido de que este asunto --por el que no está imputado-- “se resolverá positivamente”. El primer edil recordó que ya estuvo imputado en la trama Gürtel por la firma de unos contratos durante su etapa como subsecretario de Sanidad y entonces “quedó probada mi buena fe en la gestión pública”. “El dolor de mi familia y de mis allegados quedará siempre como muestra de lo injusto que puede llegar a ser hacer juicios de valor contra quienes humildemente y desde la vocación de servicio público representamos democráticamente a los ciudadanos”, añadió para reivindicar su inocencia.

Bataller se mostró convencido de que el próximo grupo de ocho concejales del PP, a quienes calificó de “gente muy preparada y capaz”, defenderá “los valores del PP y los intereses de la ciudad con el máximo compromiso por los castellonenses”. Pese al abrupto final de su carrera institucional, insistió en que la política es “la herramienta más potente que existe para entendernos y para garantizar el bienestar de las personas”. “Si es difícil llegar a la política, más difícil es irse pero hoy, tras haber pensado y haber reflexionado con mi familia, he decidido dar este paso”, añadió Alfonso Bataller para defender que se marcha “con la cabeza alta, con la conciencia tranquila y con mi honradez intacta”.

Fuentes del PP aseguraron que lo más seguro es que Bataller presente hoy su renuncia a ser el candidato a la alcaldía en el pleno de investidura de mañana. En ese caso, los populares votarían en blanco, justo lo que hicieron los concejales del PSPV-PSOE hace cuatro años al no optar como candidato Juan María Calles.

Bataller se convertirá el lunes en el tercer alcalde de Castellón que presenta su renuncia tras José Luis Gimeno y Alberto Fabra, aunque por razones distintas. H