Una docena de voluntarios de la Asociación Manada Feliz y la alimentadora de las colonias de gatos de la protectora AACC peinaron durante tres horas el pasado jueves la zona de Sensal en busca de los focos de veneno con los que un perro se envenenó mortalmente y otros ejemplares resultaron heridos. El resultado de la batida fue negativo, ya que no encontraron rastro alguno de raticidas ni otras sustancias en los parques, calles y descampados por los que buscaron intensamente.

Los voluntarios, dotados de mapas de la zona y folletos explicativos de los posibles venenos, recorrieron las calles Río Jabalón, Nervión, Pisuerga, Ter y Volga y examinaron con detenimiento el pipican ubicado en esta última calle, donde creen que los canes afectados pudieron ingerir el veneno hace casi un mes.

Sin embargo, no encontraron rastro de estas sustancias, según confirmaron desde la asociación organizadora. «Sabíamos que era difícil dar con pruebas, pero buscar es lo menos que podíamos hacer después de lo ocurrido. Esperemos que se detengan los envenenamientos porque no solo hay animales jugando en la zona, sino también niños», explica la presidenta de la entidad, Laura Expósito. Como publicó Mediterráneo, Manada Feliz alertó a finales del mes de abril del fallecimiento de una perrita tras haberse envenenado cuando iba de paseo por la zona con su dueña.

La asociación lo tildó entonces de «salvajada», apuntando a que pudiera tratarse de una acción intencionada. Anunciaron entonces que recorrerían el barrio en busca de posibles sustancias mortales para los perros y, aunque en su primer intento no dieron con ninguna, detallan que seguirán «muy alerta» por si se produjeran nuevos casos en los alrededores de Río Volga.