Las obras necesarias para la adecuación de la AP-7 tras la liberalización por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana de los 374 km entre Tarragona y Alicante siguen su curso. Los trabajos destinados a eliminar las estructuras que funcionaban como peajes, tras la liberalización de las autopistas a inicio del 2020, suponen una mejora en la seguridad para los vehículos que circulan por la AP-7, teniendo en cuenta el aumento significativo de tráfico que soporta esta vía desde el pasado mes de enero.

Becsa está participando de manera significativa en estas adecuaciones, como es el caso del desmantelamiento del peaje de Sagunto. La demolición y repavimentación de esta playa de peajes ha sido una de las operaciones más complejas de todo el tramo liberalizado al ocupar la totalidad del tronco de la autopista.

La puesta en servicio de este tramo por el que cada día circulan cientos de castellonenses supone una mejora en las comunicaciones entre las dos capitales valencianas que favorecerá sin duda a las empresas de la Comunitat. Dado que la autopista ha pasado a ser la primera opción para el transporte de mercancías por carretera, todas las mejoras que se realizan suponen un gran revulsivo que puede contribuir sin duda a la recuperación económica a nivel autonómico.

PLANIFICACIÓN

Otras acciones que mejorarán la movilidad ciudadana y contribuirá a la recuperación turística del levante se sitúan en los peajes de salida de Moncofa-Nules, Alqueries-Vila-real, Castelló Sur, Castelló Norte, Orpesa, Torreblanca, Peñíscola y Vinaròs en la provincia de Castellón; y Amposta, l’Aldea-Tortosa, l’Ampolla, l’Ametlla de Mar, Hospitalet de l’Infant y Cambrils, en la provincia de Tarragona.

El Ministerio de Fomento comenzó hace unas semanas a derribar los diferentes peajes que todavía quedaban en pie tras el inicio del desmantelamiento de la autopista, a principios de este mismo año, tal y como publicó este diario recientemente.