El presidente de la Junta de Festes, Juanvi Bellido, insiste en su inocencia, en que no insultó a la concejala y en que no hubo dejación de funciones. Desde que estallara la crisis, Bellido insiste en: «Convocar la asamblea, soberana, y si los que me eligieron me piden que me vaya, me iré». «No soy funcionario y no me pueden expedientar», subrayó. No obstante, y ante el informe que está elaborando el gobierno municipal, ha movido ficha y busca «apoyos» en el món de la festa, en los colectivos.

«Me siento apoyado por mi junta, los entes y muchas personas de la festa. Quiero que oigan mi versión, al fin y al cabo no es ni solo mi palabra ni solo la de Usó», dijo. «Ante el consell, me defenderé».