"Nos avergüenza profundamente tener que enviar nuestra mierda y basura a otras comunidades limítrofes». Así se refirió ayer el alcalde de Vila-real y consejero de la empresa pública Reciplasa, José Benlloch, al «bloqueo» a que está abocando la negativa del ejecutivo de Onda, liderado por la popular Carmina Ballester, a ejecutar el proyecto de modernización de las instalaciones de tratamiento de residuos urbanos y la previsible ampliación del vertedero existentes en este municipio.

Para Benlloch, la actitud mostrada por el Ballester y su equipo de gobierno tiene como fin generar una «guerra política, con un uso demagógico de esta situación para garantizarse el éxito electoral». A lo que añadió que el proyecto previsto, y que supondrá una inversión de 40 millones, que incluye la implantación de las últimas tecnologías, con el fin de reducir en lo posible el rechazo de elementos no recuperables».

El munícipe vila-realense apeló a la «solidaridad» y el «sentido común» en una problemática que «se está saliendo de madre». Y en base a ese sentido común que reivindica Benlloch, este recordó a las autoridades ondenses que «Vila-real también recibe toda la mierda de las industrias de la ciudad vecina, que vierten a la depuradora mancomunada que se construyó en Vila-real por pura lógica para no tener que bombear aguas fecales hacia arriba».

En este sentido, aseveró que «si lo que pretenden es lograr un bloqueo absoluto al proyecto, habrá que acudir a otras instancias».

Y añadió que en el caso de la planta y vertedero de Reciplasa, «también se buscó el espacio idóneo, tanto geológicamente hablando como de reducción del impacto, y se decidió ubicarlo en su término municipal, a lo que Onda aceptó y por ello tiene una serie de beneficios, como el hecho de pagar menos».

LAS PREGUNTAS // Asimismo, Benlloch preguntó a Ballester «dónde quiere llevar la basura que generan sus vecinos». Y es que para el alcalde de Vila-real, trasladar los residuos urbanos a vertederos de Ciudad Real, Teruel y Zaragoza no solo tiene un elevado coste económico sino que «también en menos sostenible».

En los últimos días, desde el equipo de gobierno de Onda aluden al aumento de la «inquietud» entre los vecinos por el plan para ampliar el vertedero, tras el accidente en la planta de residuos de la localidad vizcaína de Zaldibar. Una situación que Benlloch insistió en que «nada tiene que ver con el proyecto de modernización de la infraestructura de Reciplasa». Una afirmación en la que también abundó el presidente de la empresa pública, el edil castellonense Ignasi García, quien garantizó la legalidad de todos los trámites administrativos y de seguridad llevados a cabo, a la vez que remarcó que la futura ampliación de la planta y vertedero de Onda «nada tiene que ver» con la de Zaldivar, en referencia a que a la ondense se derivan residuos urbanos mientras que a la del País Vasco van los industriales.

GERENCIA // Por otra parte, el Consorcio de Residuos C-2 aprobó por unanimidad crear la figura del gerente, a los que los municipios en manos del PP quieren encargar un estudio «sobre la idoneidad económica y técnica de disolver la empresa pública Reciplasa.