Los concejales del equipo de gobierno de Castellón rendirán cuentas ante la ciudadanía a siete meses de las elecciones municipales, en una asamblea ciudadana, la segunda y última de la legislatura, que se celebrará a finales de septiembre o principios de octubre. PSPV y Compromís volverán a comparecer públicamente ante los vecinos para responder a sus preguntas en una asamblea abierta cuyo formato todavía no está definido, ya que se quiere mejorar el del año pasado, con más de 150 preguntas recibidas, de las cuales dio tiempo a responder aproximadamente una tercera parte durante las dos horas que duró el encuentro celebrado en el Teatre del Raval el 30 de mayo del año pasado.

Entonces, en el ecuador de la legislatura, sirvió para hacer balance de los primeros dos años de mandato y lanzar anuncios, y ahora, estará marcada ya por la proximidad de la nueva cita con las urnas, en mayo del 2019. Se presume como una de las últimas puestas en escena del bipartito antes de que la carrera electoral marque diferencias entre los socios del equipo de gobierno.

PRIMER CARA A CARA // En la primera asamblea ciudadana del Ayuntamiento de Castellón, celebrada en 2017, participaron un centenar de personas y obras y urbanismo coparon las preguntas del público. Fue un cara a cara relajado, en el que los asistentes no pudieron intervenir directamente, micrófono en mano, sino formulando sus preguntas por escrito que fueron respondiendo los ediles responsables de cara área.

Se quedaron dos terceras partes de las cuestiones en el tintero, mientras hubo anuncios como la rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para este año, avances en el proyecto para evitar las inundaciones en el Camí la Ratlla --aún sobre la mesa--, nuevas ordenanzas de vados y de vallas publicitarias --ya aprobadas--, más carriles bici y conexiones ciclopeatonales con los barrios --en ejecución--, la remodelación de los pabellones de Castalia, Sindical y Grapa --en marcha--, la apertura del refugio antiaéreo de la plaza Tetuán --abierto al público desde julio--, o la normalización del topónimo de la ciudad para que pase a ser exclusivamente Castelló de la Plana --cuya tramitación se inició en mayo--.