El hecho de que Castelló no cuente con un Plan General (PG) en la actualidad no solamente afecta a la construcción de edificaciones en la capital de la Plana, sino también al desarrollo de zonas verdes destinadas al uso y disfrute de la ciudadanía. De hecho, la ausencia de esta norma urbanística frena hoy en día el incremento en 200.000 metros que supondría la construcción de dos parques: el de la Marjal, entre el Río Seco y la acequia de l’Obra, en el Serradal, y el de la Almalafa, entre el Palau de la Festa y el colegio Blasco Ibáñez de la ciudad.

Pese a la insistencia y reiteradas reivindicaciones de la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, frente a la Generalitat para que el texto salga adelante en el menor tiempo posible, por el momento, la Conselleria de Transición Ecológica de Mireia Mollà (Compromís), que es donde estaría el meollo de la cuestión, no tiene novedades al respecto. Tampoco la de Política Territorial, aunque el conseller Arcadi España (PSPV) asegurase semanas atrás que el Plan General estará listo «antes de finalizar el 2020 o a principios del año que viene, en todo caso antes de abril del 2021», cuando finaliza la vigencia de las normas urbanísticas transitorias de urgencia. Sin embargo, el tiempo pasa sin avances significativos para la aprobación del documento urbanístico y que permitiría iniciar la creación de otros dos parques que contribuirán a que la ciudad supere los 1,2 millones de metros cuadrados de este suelo en el término municipal.

RED VERDE

Esta infraestructura verde «proyectada en el Plan General» dotaría a Castelló de una red verde de huertos, jardines, caminos y arbolado. Por lo que se refiere al parque de la Almalafa, este abarcaría 116.388 metros cuadrados y propiciaría también una nueva rotonda frente al Palau de la Festa. En cuanto al parque de la Marjal, de 83.312 metros cuadrados, se ha detectado la necesidad de preservar la biodiversidad de esta zona y se integrará a través de un conector medioambiental. Este recinto presentaría varias zonas y se propone la recreación y conservación del ecosistema y un ambiente de lagos en la zona más de inundaciones y desecaciones periódicas.

En el documento del Plan General, hoy en día paralizado, también se sientan las bases que posibilitan la ampliación del parque natural del Desert de les Palmes, que actualmente tiene una superficie de 3.200 hectáreas. El texto urbanístico clasifica el entorno del parque natural como suelo no urbanizable protegido para promover la ampliación del espacio natural tanto al norte como al oeste e incorporar así toda la falda de la montaña, una ampliación que, en último término, tendrá que aprobar la Conselleria de Transición Ecológica.

A pesar de esta paralización, el Ayuntamiento confía en que el Plan General pueda aprobarse durante este mismo año o, como máximo, a principios del 2021.