La rapidez y la serenidad pueden salvar miles de vidas en caso de incendio. La Diputación de Castellón, tras el último fuego que arrasó 1.500 hectáreas en la Serra d’Espadà hace un mes, en una zona donde se entremezclan las casas y chalets con el bosque y la montaña (afortunadamente las llamas no alcanzaron los núcleos poblacionales), está repartiendo por todas las urbanizaciones y municipios de la provincia una serie de trípticos con información sobre cómo actuar en caso de incendio cuando este se focaliza o alcanza al área denominada de interfaz urbano-forestal.

La campaña de la Diputación, a través del Consorcio Provincial de Bomberos, bajo el lema Tu colaboración es vital, trata de sensibilizar a los vecinos de urbanizaciones y viviendas en la montaña sobre la importancia de estar bien preparados frente a estos desastres, que están considerados por los servicios de bomberos de todo el mundo como los más peligrosos por el peligro que conlleva para las personas, a las que hay que evacuar y rescatar.

EN TRES IDIOMAS // En total, miembros de la sección forestal del Consorcio y de la Unidad de Voluntarios de Protección Civil de la Diputación de Castellón, han distribuido ya alrededor de 20.000 ejemplares que están disponibles en tres idiomas diferentes: castellano, valenciano e inglés. La finalidad es llegar al máximo de personas posible, tanto españoles como extranjeros.

Además, en muchos casos, esta labor se está llevando a cabo puerta a puerta, casa a casa, hablando con los residentes de las urbanizaciones en persona, atendiendo sus dudas y aconsejándoles sobre cómo actuar. Los trípticos ya están por Benicàssim, que cuenta con numerosas zonas de interfaz urbano-forestal, así como por Alcossebre, Onda, l’Alcora o Peñíscola, hasta llegar a todos los rincones, que es el objetivo final que se ha marcado Diputación y los bomberos del Consorcio.

EL INCENDIO MÁS TEMIDO // Un fuego que se adentra en una urbanización supone un caos. En este sentido, el jefe de la Sección Forestal del Consorcio de Bomberos de Castellón, Fernando Kindelan, explica a Mediterráneo: “Hay que modificar el protocolo de actuación y reestructurar las técnicas de extinción pasando a priorizar por este orden: las vidas humanas, los bienes materiales y por último la masa forestal”.

Ejemplos brutales de cómo las llamas lo arrasan todo los hemos tenido recientemente en California, en Canadá o en Madeira. Y es que una vez que el fuego entra dentro de las casas su desarrollo imparable está asegurado. Por tanto es importante que exista poca vegetación junto a ellas.

Kindelan insiste: “En muchas ocasiones las viviendas están enclavadas en terreno forestal, entremezclando la vegetación de la parcela con la del monte, formando un todo, una situación que es muy peligrosa dado que se facilita el avance del fuego”. En este sentido, una franja perimetral limpia de hierba o árboles bordeando la casa, la urbanización o el pueblo suponen la diferencia entre frenar el avance de las llamas o el desastre y el caos. H