La presidenta del PP en la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, descartó ayer que la victoria de Pablo Casado en el congreso que los populares celebraron el pasado fin de semana vaya a tener consecuencias en la elaboración, con vistas al 2019, de las listas autonómicas, municipales y, sobre todo, en las principales ciudades. Es aquí, especialmente en València, donde el PP se juega buena parte de sus opciones de volver a la Generalitat.

Bonig fue ayer contundente al afirmar en una entrevista en la Ser que las listas se harán «como siempre». Es decir, que tanto la dirección regional como la provincial de Miguel Barrachina tendrán un papel capital a la hora de decidir quien encabeza las candidaturas en los municipios de menos de 20.000 habitantes, mientras que en las localidades más pobladas la responsabilidad recae en la propia Bonig y, en las capitales de provincia, la decisión la tomará «conjuntamente» con el nuevo líder popular.

En contra de lo que pueda parecer, la victoria de Casado no debilita a Bonig ni a Barrachina. En el primer caso porque la dirigente de la Vall tiene buena sintonía con el nuevo presidente nacional del PP pese a su neutralidad durante el proceso interno. Prueba de ello son los piropos que el propio Casado lanzó a la lideresa valenciana durante las primarias y el hecho de que Bonig no esté lejos --ni mucho menos-- del vencedor a nivel ideológico. Ambos ya han mantenido una larga conversación tras el congreso del pasado fin de semana. Así, en el PPCV creen que no pesará el apoyo de buena parte de la dirección regional por Soraya Sáenz de Santamaría, la candidata derrotada.

A nivel provincial tampoco habrá fractura alguna. Las dos personas que más se han significado en su apoyo a Casado, el diputado nacional Óscar Clavell y la portavoz municipal de la capital, Begoña Carrasco, cuentan con la plena confianza de Bonig y Miguel Barrachina, presidente provincial del PP y máximo defensor de Soraya en estas primarias. El primero porque carece de poder orgánico; y la segunda porque su único objetivo es ganar y gobernar en Castellón ciudad.

Ayer mismo, Carrasco, la única castellonense señalada en el Comité Ejecutivo Nacional -- el núcleo duro de Casado-- indicó que «en el PP no sobra nadie, se necesita el talento y la capacidad de todos y de la reunión del jueves de Barcelona debe salir una dirección única y de integración tranquila para ganar elecciones, que es lo que queremos todos».

candidatos para VALÈNCIA // Si en Castellón no hay discusión y Carrasco será la candidata avalada por las direcciones provincial, regional y nacional, no ocurre lo mismo en València. En el cap i casal, donde es clave lograr buenos resultados si se quiere optar a la presidencia de la Generalitat, el partido no tiene todavía definido su candidato, aunque ayer Bonig sugirió la posibilidad de que un independiente lidere la lista. «Es importante atraer talento a la política», dijo, para sentenciar que es «sorprendente» la cantidad de profesionales que estarían dispuestos a dar el paso para liderar la candidatura en València. Una propuesta que será consensuada y aceptada por Génova.