L a síndica del Partido Popular en Les Corts, Isabel Bonig, dio al president de la Generalitat, Ximo Puig, la «oportunidad» de salir del debate de política general con los presupuestos del 2021 firmados, «sin líneas rojas», aunque solicitando 300 medidas de cinco ejes y tres reivindicaciones «compatibles con el espíritu de reconstrucción».

En su intervención en el debate, que inició pidiendo un minuto de silencio por las víctimas del covid, Bonig valoró la «lealtad crítica» de su formación por el apoyo que ha brindado al gobierno de Puig y su «sosiego dinámico» por las propuestas que han realizado.

Reducir el sector público en un 30%, actuaciones de emergencia en sanidad, garantizar una educación de calidad y segura, la protección de la economía familiar y el refuerzo de los servicios sociales son los cinco ejes que engloban las propuestas populares. Además, instó a Puig a que «descuelgue el teléfono» y reivindique al Gobierno de Pedro Sánchez «no tocar las pensiones», un modelo de financiación «justo» para la Comunitat y el mantenimiento de los ERTE como ahora hasta abril del 2021 en todos los sectores.

«Si quiere puede salir con un documento firmado, con hechos. Podemos pasar de los anuncios a las realidades, no por lealtad a usted sino a los 5 millones de valencianos, alicantinos y castellonenses que están esperando una solución», le dijo a Puig, al que pidió «por una vez, ser el líder de los valencianos y no el secretario general de los socialistas».

Bonig, que mostró el convencimiento de que honrar a las víctimas será la «fuerza moral para la recuperación», lamentó que el control de la pandemia y la salida de la crisis esté en manos del actual líder del Consell tras el «fracaso» de Sánchez porque en la primera legislatura «nos llevó a la oscuridad y ahora vamos al caos».

Sostuvo que su partido ha mantenido una «lealtad crítica» con el Consell por «lealtad a los valencianos» y han tenido un «sosiego dinámico» porque han planteado «ideas, soluciones y proyectos» y brindado consensos.

Respecto a la sanidad, ironizó al calificar de «fenomenal crear una agencia valenciana de salud, otro chiringuito», y reclamó actuar de forma urgente porque van «detrás de la pandemia» y «si no se controla la situación no se puede hablar de recuperación».

Además, planteó blindar por ley el gasto público, reforzar y priorizar la atención primaria y un plan de choque público-privado para afrontar listas de espera y garantizar la asistencia sanitaria.

En educación, volvió a insistir en la enfermería escolar como ha implantado el presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, la realización de test masivos y periódicos, digitalización y una ley de conciliación.

Frente al «catastrofismo» dibujado por Bonig, Puig se preguntó «qué haría si fuera la jefa de la oposición de Madrid», ya que esa comunidad es «el espejo en el que se mira», y defendió que todos los indicadores reflejan que la Comunitat ha gestionado «mucho mejor» que en las comunidades donde gobierna la formación azul.

Además, el president le reprochó que pida ahora blindar la sanidad pública cuando los populares la privatizaron y su estrategia fue recortar en sanidad, educación y servicios sociales, por lo que pidió que no haga «populismo». H