La presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, mostró ayer su temor por la pérdida de competitividad del sector cerámico, por lo que reclamó medidas a las administraciones en campos como las retribuciones a los empresarios para la cogeneración y un descenso en la fiscalidad. Tras mantener un encuentro con representantes de la patronal azulejera, Ascer, Bonig indicó que las empresas «sufren un dumping social y medioambiental», ya que las compañías de Castellón «no compiten en igualdad de condiciones con países como China o India».

La líder regional de los populares anunció la presentación de medidas, tanto en Les Corts como al Gobierno de España, «para que trabajen a favor de los sectores productivos». Además, tendió la mano al president de la Generalitat, Ximo Puig, para elaborar «un pacto industrial, ya que son necesarios nuevos empleos y formar a los trabajadores», especialmente en el terreno de la innovación, por lo que reclamó la presentación de ayudas a la Unión Europea para contar con personal cualificado en las fábricas.

Bonig, que estuvo acompañada del presidente provincial, Miguel Barrachina, reclamó al jefe del Consell «que deje a un lado su pasividad y falta de reclamaciones y pida a Pedro Sánchez el mismo trato que da a Cataluña» en las inversiones para la mejora de la red de trenes de Cercanías o el desarrollo de los puertos.