La presidenta del Partido Popular de la Comunitat (PPCV), Isabel Bonig, señaló ayer que su partido «velará para que las sentencias se cumplan y se respeten los derechos de los padres a la hora de elegir la educación de sus hijos y para que el valenciano y el castellano nunca vuelvan a estar enfrentados». De esta manera, dijo que «se reunirá con las familias que defienden la libertad educativa frente a la política de chantaje lingüístico del Consell» para escucharles y trasladarles que el PP «estará a su lado y les ayudará a conseguir que se respeten las sentencias y su libertad».

Bonig señaló que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad (TSJCV) sobre el plurilingüismo es «muy grave» y afeó al president Ximo Puig que «se dedique a otras cosas» en lugar de «dar la cara» y escuchar a los progenitores, a los que lleva tres años sin recibir a pesar de que «iba hacer de la transparencia su línea de acción política».

Adelantó también que pedirá que el Ministerio de Educación abra una comisión bilateral con la Generalitat valenciana para revisar una ley que «en principio tienen visos de inconstitucionalidad como avanzó el TSJCV, ya que muchos de los artículos derogados perviven en la ley».

Frente a las críticas del sindicato STEPV contra la decisión del TSJCV, señaló que «es inaudito que nadie del Consell haya salido a pedir respeto hacia las sentencias judiciales, si alguien no le gustan, se recurre». Agregó que Puig es el «máximo responsable» del «caos educativo» porque sabe que el modelo lingüístico, «que ha consentido y permitido, supone una clara vulneración del derecho de los padres a elegir el modelo y la lengua en la que quieren que estudien sus hijos».