La síndica del grupo popular en les Corts, Isabel Bonig, criticó ayer, durante la sesión de control, «el modelo de chantaje lingüístico que quiere imponer el Consell en las aulas» y que calificó de «discriminatorio». Mientras, el president, Ximo Puig, replicó que el decreto pretende garantizar que los alumnos valencianos, al final de su etapa educativa, «entiendan, hablen y escriban el valencià, el castellano y el inglés», algo que en estos momentos no ocurre debido «al estrepitoso fracaso» del modelo aplicado por los gobiernos del PP en la Comunitat.

La popular preguntó a Puig «por qué tienen tanto miedo a la libertad de elección de las familias» y «a la igualdad de oportunidades de salida y nunca de llegada». La síndica popular indicó que, con este decreto, habrá alumnos «de primera» y «de segunda». Afeó que no se haya evaluado el decreto de plurilingüismo del 2012 del PP, «que fue consensuado con toda la comunidad educativa, excepto con STEPV» y apuntó que «lo han derogado solamente porque lo había hecho el PP, sin datos». «Si prospera un recurso en el TSJ por vulneración de derechos fundamentales en esta materia de plurilingüismo ¿van a asumir responsabilidades como la exigían antes?», se preguntó Bonig. «No voy a permitir que con su sectarismo, con su ideologización y su intervencionismo trate de identificar al PP con un partido que ataca el valenciano», dijo.

EL ‘PRESIDENT’ RESPONDE / Por su parte, Puig insistió en que el modelo de dos líneas promovido por el PP era el que creaba «alumnos de primera y de segunda», y afirmó que el modelo actual supera el anterior, mejora la calidad de la educación y supone «una adaptación a la realidad social del entorno». «La libertad no está en cuestión», aseguró Puig, quien dijo que «los que quieran seguir de la misma forma que hasta ahora podrán hacerlo», y señaló que lo que está en cuestión es «el fracaso estrepitoso de un modelo que nos ha traído aquí». «La Comunitat Valenciana lleva demasiado tiempo perdiendo conocimiento en idiomas y, por tanto, oportunidades», afirmó.