Después darle mil vuelta, de analizar los pros y los contras, Begoña Cherta y Juanjo Ortiz ya han tomado una decisión. La Navidad la pasarán en Barcelona, con la familia de ella. Esta pareja vive en Castelló y el día 24 hará las maletas, cogerá el coche y, junto a sus dos hijos, viajará hasta la ciudad condal. «Estaremos unos días con mis padres, mi hermano y mi sobrino. No les veo desde el verano y la verdad es que hay ganas», cuenta Begoña, administrativa de profesión. Sus padres rondan los 80 años y para no ponerles en peligro, ella y su familia tomarán precauciones. «Tanto mi hermano como nosotros nos haremos una PCR. No queremos correr riesgos y, aunque el viaje nos saldrá por un ojo de la cara, pensamos que es lo mejor. Eso, y usar la mascarilla y mantener en lo posible la distancia de seguridad», explica.

Al igual que le ocurre a Begoña, hay miles de personas que no quieren renunciar a pasar las navidades junto a sus seres queridos. Por eso muchos están estudiando la fórmula para reunirse con sus padres, hermanos o abuelos y hacerlo de la manera más segura posible. Y la opción de hacerse una PCR o un test de antígenos gana enteros. Su demanda se ha disparado y los laboratorios y clínicas privadas de Castellón esperan una avalancha de solicitudes en las jornadas previas a la Navidad, sobre todo los días 22 y 23. La mayoría han reforzado plantilla para poder dar los resultados en el menor tiempo posible e incluso ofertan precios especiales (de 130 euros por una PCR a 80 ú 85) si se realizan para grupos de cuatro o cinco personas.

En la Clínica Biomédica Ascires, por ejemplo, constatan que en los próximos días se producirá incremento de la demanda. «Realizamos pruebas PCR desde el mes de mayo y ahora estamos apreciando un aumento significativo de las peticiones», explican desde la empresa, y señalan también que en la mayoría de los casos se trata de personas que van a realizar un viaje o van a celebrar un encuentro navideño con familia y amigos y quieren tener garantías de seguridad. «Desde que empezó la pandemia hemos observado tres picos de actividad: en julio-agosto por las vacaciones, en septiembre por la reincorporación al trabajo y ahora, antes de Navidad», resumen en un centro que cuenta con laboratorio genético propio y cuya PCR cuesta 70 euros.

Ante el fuerte incremento de solicitudes que se avecina, las clínicas y laboratorios privados de la provincia dicen estar completamente preparados. «Hemos reforzado el laboratorio y la plantilla con el objetivo de dar los resultados en muy poco tiempo. En el caso de una PCR, por ejemplo, y si se realiza por la mañana, el resultado estará por la tarde-noche», explica Pilar Marí, directora de los laboratorios del mismo nombre ubicados en Castelló y Vila-real.

En el laboratorio Cid de Benicarló también pronostican que en los días previos a la Navidad tendrán un pico importante de trabajo. «Son días de reuniones familiares y, sin duda, aumentará la demanda de pruebas, sobre todo de PCR, que sigue siendo la más requerida», apunta Jordi Cid, gerente de un laboratorio que lleva 42 años en activo.

Las siglas PCR, hasta hace muy poco tiempo desconocidas para la mayoría, están ahora en la agenda de muchas familias de Castellón y, además, en la lista de regalos de Papa Noel. De hecho, hay padres que van a regalar a sus hijos una prueba anticovid para cenar con tranquilidad en Nochebuena. Cinta y Pepe (piden que no se publique su apellido) son una de esas familias. «Cenaremos con mis dos hijos, mis nueras y los tres nietos. Nuestro regalo será costearles la prueba a todos ellos. De hecho, ya tienen cita para el día 23 por la mañana», explica Cinta, que asegura que conoce más casos de padres y abuelos que van a regalar a sus hijos y nietos este tipo de pruebas para pasar unas fiestas tranquilas y evitar poner en riesgo a las personas de más edad, los más vulnerables ante la pandemia.

Eso sí, pese a que un negativo en las pruebas van a aportar una dosis alta de tranquilidad, la mayoría de las familias de Castelló tienen claro cuáles van a ser las reglas en Navidad: comidas y cenas familiares con un máximo de 10 personas, preferiblemente de solo dos grupos convivientes; toque de queda a la 1.30 horas (días 24, 25 y 31); y extremar la ventilación, no comer del mismo plato, lavarse las manos y llevar la mascarilla.

"Un PCR negativa no es un salvoconducto"

Los laboratorios y clínicas privadas de Castellón están preparados para atender el alza de la demanda de pruebas y tests, pero aseguran que pueden crear una falsa seguridad. «Si el PCR sale negativo, lógicamente, va a suponer un grado de confianza, aunque nunca un salvoconducto. La gente tiene que tener claro que hay que seguir manteniendo las medidas de seguridad, como el uso de la mascarilla, la distancia o el lavado frecuente de manos», dice Pilar Marí, de los laboratorios del mismo nombre.

Jordi Cid, de los laboratorios Cid de Benicarló , insiste también en que no hay que confiarse. «Las pruebas son una foto fija. Eso quiere decir que el resultado puede cambiar en cualquier momento posterior a la realización de la prueba si el paciente se expone a una situación de riesgo», argumenta.

Incluso podría darse el caso de llegar contagiado a una reunión navideña por mucho que la PCR, un día o dos antes, le haya salido negativo. «Por eso es importante que la prueba se realice el momento más cercano posible a la celebración de ese encuentro familiar o al principio de ese viaje», añade Marí.

Por eso, todos los expertos aconsejan reducir al máximo los nuevos contactos desde el momento en el que una persona conoce el resultado hasta que viaja o se desplaza para reencontrarse con familiares o allegados.