Un brote de coronavirus en el cuartel de Almassora ha puesto en jaque a la Guardia Civil. El foco de contagio afecta a una decena de agentes, lo que ha supuesto una importante merma de efectivos, según ha podido saber Mediterráneo. Todos los afectados se encuentran cumpliendo el aislamiento correspondiente, por lo que desde las dependencias de la Benemérita se están derivando determinadas denuncias a los cuarteles de Burriana y Benicàssim, que están realizando tareas de apoyo debido a la escasez de agentes en estos momentos.

Por tanto, siguiendo el protocolo, los guardias civiles que han estado en contacto con los contagiados deben guardar cuarentena por si presentan síntomas. Además, es recomendable hacer pruebas PCR a todos los guardia civiles de Almassora para detectar posibles asintomáticos.

Aunque desde la Comandancia de la Guardia Civil de Castelló no han querido facilitar información al respecto, Salud Pública estaría analizando cuál es el posible foco de contagio que ha afectado de llena a una parte importante de la plantilla de la Benemérita que presta servicio en Almassora.

Este no es el primer brote que afecta a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de la provincia que ha trascendido. El pasado verano se detectaron varios positivos en la Policía Local de Burriana.