Transcurridos los dos primeros fines de semana de este mes de agosto se confirman los malos augurios, y el periodo con mayor actividad turística del año en Castellón está viéndose afectado por diferentes causas ligadas a la crisis del coronavirus. Algunas de ellas ya estaban previstas, pero otras tienen como origen la evolución sanitaria en algunas comunidades.

El seguimiento semanal que realiza la patronal hostelera autonómica Hosbec revela que la ocupación en la semana del 3 al 9 de agosto fue del 45% en la provincia. Cuatro puntos por debajo de la anterior. Las expectativas de la siguiente son algo mejores, con un 47%, pero quedan muy lejos de lo habitual en una primera quincena, en la que la demanda de habitaciones es superior a la oferta. Los datos de Hosbec indican que solo se ha alcanzado el 50% en dos semanas en todo el verano. Y ello pese a que apenas están disponibles el 56% de plazas de Castellón.

El presidente de Ashotur, Carlos Escorihuela, afirma que uno de los motivos principales son los brotes en comunidades que aportan un gran número de visitantes a Castellón. «Nos han afectado mucho las restricciones impuestas a aragoneses y catalanes. En Zaragoza, el gobierno autonómico desaconseja salir; en Barcelona están también en una situación delicada... y nosotros bebemos cada año de esos turistas por la proximidad geográfica», detalla.

Desde Altur-Hosbec, Alexis de Pablo coincide en este problema de los mercados emisores. «Los malos datos de Aragón y Cataluña enfrían las ganas de ir de vacaciones, en una campaña que no sigue patrones conocidos». El presidente de Hosbec, Toni Mayor, calificó ayer de «lástima que la ineficacia sanitaria y política en España nos haya cerrado en la práctica la comercialización con Europa, porque si no se hubieran impuesto las restricciones y cuarentenas, estaríamos hablando ahora de ocupaciones por encima del 70% y con mayor número de camas hoteleras abiertas».

MATICES / La gerente del Patronato Provincial de Turismo, Virgina Ochoa, aporta algunos matices a este panorama. «En el segmento rural y de interior hay porcentajes del 80% y fines de semana al completo, mientras que las zonas de playa registran peores datos; y eso que Castellón tiene una situación de casos y brotes mucho mejor que la mayoría de sitios», asegura.

Por otro lado, las organizaciones empresariales coinciden en destacar el buen resultado de los protocolos seguidos para garantizar la tranquilidad de los clientes de los hoteles. «Estamos acostumbrados a seguir protocolos de salud y calidad alimentaria», comenta Alexis de Pablo. En cuanto a los controles de las autoridades, Carlos Escorihuela defiende la realización de «inspecciones y verificar que se cumplan las normas, como se está haciendo para garantizar la seguridad y poder seguir adelante. Nos jugamos mucho». Al mismo tiempo, valora que la hostelería «debe tener un cuidado escrupuloso con las medidas de prevención porque reúne a un gran número de gente y es normal que las autoridades pongan el foco sobre nosotros, no porque lo estemos haciendo mal o porque aquí haya muchos casos, sino por tener una prevención».

ESPERANZA / El president de la Generalitat, Ximo Puig, se muestra «esperanzado» con el resurgimiento del turismo, si bien admite que «no va a ser fácil», y ensalza la preparación del sector «potente y mucho más que sol y playa» en la Comunitat. «Estamos trabajando conjuntamente con el sector privado y con las personas que han confiado» en los destinos autonómicos, añadió. El jefe del Consell, en una entrevista concedida a Europa Press, valoró la «constante evolución» hacia un modelo más sostenible. «El resurgimiento no va a ser fácil, pero estamos esperanzados», asevera ante un año terrible para el sector.

Puig reivindica que todos «merecemos un descanso y cambiar de ambiente si se puede», sobre todo los trabajadores esenciales. La plena recuperación llegará «en el momento que esté garantizada una vacuna y muy controlada la pandemia», para destacar que la Comunitat cuenta con recursos naturales, paisajísticos, una planta hotelera de calidad y «un sector potente». Entre las fortalezas aludió a la campaña para vender unas playas seguras y lograr así más visitantes del propio país.