Al grito de «nosotros también somos turismo», recordando que están «presentes en nuestras vidas» prestando servicio de transporte escolar, Imserso, bodas, excursiones... empresas del transporte turístico y discrecional, pymes e incluso micropymes con un carácter marcadamente familiar, se manifestaron ayer en Castelló, por donde circularon una veintena de autocares. Lo hicieron para alzar la voz contra el «olvido» del Gobierno, al que le piden las ayudas que han llegado tanto al transporte regular como a otros segmentos del sector (hostelería, restauración...).

La movilización, con un alcance estatal (30 provincias en todo el país), corrió a cargo de Direbús España, asociación de reciente creación y que representa al colectivo del transporte discrecional y turístico de viajeros (300 empresas), que se sienten los grandes damnificados por la situación de la pandemia. De ahí la protesta final y la lectura de un manifiesto ante la Subdelegación del Gobierno, a la que trasladaron su problemática: 90 días sin trabajar y sin facturar, con los autobuses encerrados en los garajes, haciendo frente a las mensualidades de los mismos, a elevadas cuotas de leasing…

CARÁCTER INMEDIATO // Sin ingresos desde el 15 de marzo, sin poder prestar servicio en el actual curso escolar, el sector del transporte turístico y discrecional da por perdida la campaña de verano, debido al «miedo a un rebrote de la gente a viajar», explican los organizadores de la protesta. Con la sospecha de que tampoco podrán reemprender a corto ni medio plazo los desplazamientos del Imserso por el mismo motivo, se aferran a la vuelta al cole en septiembre para no echar el cierre. De ahí que exijan medidas urgentes para centenares de familias (propietarios, conductores...) de más de una decena de empresas de la provincia. ERTE más flexibles, exenciones fiscales, préstamos accesibles, carencia en los pagos... figuran entre sus reclamaciones.