Un año más, los graueros tomaron la calle en la ya tradicional Cabalgata del Mar que, por tercera año, se celebra el sábado anterior al inicio de las fiestas de Sant Pere, en una iniciativa que ha sido acogida con gran éxito entre los vecinos del Grao castellonense.

Más de mil figurantes recrearon las estampas más tradicionales del distrito marítimo, en un alarde de alegría, colorido y fiesta. Y es que no se puede entender el desarrollo actual de los festejos patronales de verano de Castellón, sin tener en cuenta este prólogo anunciador de la inminente semana grande marinera.

El Grao vivió un Pregó de festes, un aperitivo festero, que tuvo a David Carceller, miembro de la Penya Sense Remei y que vive la fiesta intensamente desde bien pequeño, como el mejor altavoz y pregonero invitando a la ciudadanía desde la carroza real, a participar de unas celebraciones que permanecen ancladas en la memoria colectiva de un pueblo: Sant Pere, bous al Grau, torrà de la sardina, procesión de las antorchas, disfraces...

El cortejo fue abierto por los Tabaleters i Dolçainers del Grao, colectivo que el pasado año recibió el Aladroc d’Or, máxima distinción de las fiestas en honor al santo mártir y pescador. A continuación, les filaes de Moros d’En Trilles, con un espectacular boato que gustó mucho a un público expectante que se agolpaba a lo largo del recorrido oficial.

Pero también una representación de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta, con su Na Violant, Marta Tena, al frente; la Agrupación de Bombos y Tambores de la Cofradía de Santa María Magdalena, los grupos folclóricos El Forcat, La Nova Escola, Els Mestrets e Illes Columbretes, con sus bailes y tradición. Y, por supuesto, las carrozas de las reinas graueras, que fueron las máximas protagonistas de la tarde de ayer. Natalia Albert Giner y María Gómez Vicente, junto a sus respectivas cortes de honor, encabezaron una cabalgata que divirtió a todos los participantes y visitantes del barrio pescador. H