La provincia de Castellón ha vivido esta pasada madrugada de domingo su primera jornada de toque de queda hasta las seis de la mañana, una medida adoptada por el Consell de la Generalitat Valenciana para disminuir la incidencia de los contagios por covid-19, que este sábado batió un nuevo récord en la Comunitat Valenciana. Este confinaminento parcial se prolongará, según anunció el president Ximo Puig, hasta el 9 de diciembre.

Calles desiertas, silencio y respeto por la nueva norma fue la tónica general en las localidades castellonenses, que apuraron hasta última hora, sobre todo los más jóvenes, el horario permitido para salir, que ayer se marcó a la una de la madrugada, pero que a partir de este domingo será ya desde la medianoche.

Solo algún despistado por las calles de la provincia rompió el general cumplimiento del toque de queda, el primero que se decreta de forma legal --el anterior, que duró apenas unas horas, se remonta al 23-F de 1981 por parte del militar golpista Milans del Bosch-- en la Comunitat Valenciana.

ESTADO DE ALARMA

El Gobierno de España se prepara para declarar este domingo el estado de alarma en toda España en un Consejo de Ministros extraordinario después de la petición de diez Ejecutivos autonómicos --seis de ellos presididos por socialistas-- para tener cobertura jurídica suficiente con la que endurecer las restricciones de movilidad y poder hacer frente al incremento de contagios de coronavirus.