La rotulación de las calles por los ayuntamientos, es reciente. En la capital, el primer caso documentado corresponde a un acuerdo de 1854 para rotular la calle Tosquella. A nombre del científico Federico García Moliner, hay calles en Burriana, en Sant Mateu y en la Salzadella. Inicialmente, el nombre de las calles correspondía a un identificador natural. Así, podemos citar las calles de Enmedio, de Arriba, Mayor y otros nombres propios. Surgían de modo espontáneo y eran nombres asumidos por la comunidad. Hay épocas en que los nombres típicos no son suficientes para nombrar las nuevas calles. Y entonces la autoridad recurre a los santos, clérigos, maestros, héroes...