Aunque esta vez la gota fría se aleja de Castellón y parece que pasará de largo por la provincia, lo cierto es que a largo plazo el pronóstico no es tan halagüeño para el conjunto de la provincia. Hasta el punto de que es una de las zonas del Mediterráneo que se verán más afectadas por los efectos del calentamiento global, que provocará un aumento de hasta el 25% de los temporales extremos en los próximos 50 años.

Ese es el panorama que dibujan los mapas del Impacto del cambio climático en Europa, elaborado por la Agencia Europea del Medio Ambiente a través de la plataforma ArcGIS de Esri, empresa líder a nivel mundial en el sector de las geotecnologías. El portal recoge comparaciones en dos escenarios distintos, uno con bajas emisiones y otro con altas derivadas de la falta de políticas para paliar la emergencia climática, y las conclusiones hablan por sí solas.

El estudio no solo augura un riesgo disparado de inundaciones con lluvias torrenciales y temporales como lo fue Gloria, sino que también advierte de una importante crecida del nivel del mar, que podría ser de hasta un metro, lo que afectaría a algunos municipios costeros que están en Castellón.

De hecho, hasta más de tres millones y medio de europeos sufrirían las consecuencias, con pérdidas anuales estimadas en las principales ciudades del litoral de la Unión Europea que podrían alcanzar los 1.000 millones de euros en 2030 y hasta un 31.000 en el año 2100. «El cambio climático es un hecho, los datos lo demuestran y solo mediante su análisis conseguiremos medir su impacto y tomar decisiones que nos ayuden a combatirlo eficazmente», afirma Ángeles Villaescusa, directora general de Esri España.

Tres temporales extremos en nueve meses

La adaptación de la costa es fundamental, como vienen avisando los expertos desde hace tiempo, para afrontar temporales cada vez más extremos y al mismo tiempo más frecuentes. De hecho, en apenas nueve meses, la Comunitat ha registrado tres episodios a cada cual más intenso que el anterior. En Semana Santa del 2019, meses después la DANA de septiembre y por último en enero la borrasca Gloria, que arrasó todo el litoral desde Vinaròs hasta Denia (Alicante).

La temperatura del mar, cada vez más elevada, convierte al Mediterráneo en un polvorín a estas alturas del periodo canicular, abocando este final del verano a las gotas frías, que ya golpean a más de una región actualmente.

Habrá entre 1 y 1,5 sequías más cada 30 años

La Agencia Europea no alerta solo sobre las precipitaciones, también sobre las sequías, que se cebarán con España y Portugal. Para un escenario de altas emisiones (período 2041-2070 en comparación con 1981-2010), el litoral valenciano tendrá entre 1 y 1,5 sequías más cada 30 años, entendiendo como sequías cuando el índice de precipitación estandarizado está por debajo de -1. Una situación que dispara el riesgo de desertificación en todas las regiones de la Península Ibérica.

«Hoy tenemos más datos disponibles que nunca, pero por sí solos no bastan. Debemos analizarlos y compartirlos para concienciarnos y tomar decisiones», incide Aitor Calero, gerente del Área de Tecnología e Innovación de Esri en España. «Los mapas han sido una herramienta muy útil a lo largo de la historia para transmitir conocimiento de manera muy rápida e intuitiva, y ahora son un gran aliado para concienciar a ciudadanos y organismos públicos de la necesidad de actuar», recuerda, en clara alusión a la necesidad de aplicar ya políticas de adaptación en la costa.