¿Qué tienen en común el mosquito tigre, el cangrejo azul o la mancha negra de los cítricos? A priori un insecto, un crustáceo y un hongo se parecen poco, pero las tres son especies invasoras que o bien han consolidado su población en Castellón o se teme que lo hagan en los próximos tiempos. Los expertos coinciden en que vivimos en un mundo de plagas que irán a más debido a factores como la globalización y el cambio climático. Además, en la provincia el abandono de tierras, el progresivo vaciamiento del mundo rural y la falta de depredadores también provocan que animales como el jabalí o el conejo se conviertan en epidemias que amenazan a un sector primario ya muy tocado por la falta de rentabilidad de las explotaciones.

El portavoz de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) en la Comunitat, David Bravo, explicó que el aumento del comercio y la movilidad internacional está detrás de muchas de las especies invasoras que en los últimos años se han adaptado a Castellón. Entre ellos cabría contar al mosquito tigre, originario de Asia; el cangrejo azul, procedente de las costas sudamericanas y que estos días causa estragos entre los pescadores; o el mejillón cebra, cuyo origen está en los mares Caspio y Negro.

Junto a la globalización, el incremento de las especies invasoras también se explica porque, cuando llegan, estos animales encuentran hábitats idóneos para establecerse. Y eso, afirmó Bravo, se debe al cambio climático, que según un artículo publicado hace unos meses en la prestigiosa revista Science provoca un calentamiento de las aguas y del ambiente que facilita la reproducción de insectos, larvas y hongos.

Los castellonenses ya hace años que sufren en sus propias carnes un incremento espectacular de la población de mosquito tigre, una plaga que afecta a 63 municipios y que podría reactivarse entre abril y mayo, según director técnico de la empresa Stop Plagas, Mauricio Folques.

Pero las plagas no solo son una molestia para las personas, sino que también suponen un daño evidente para la economía, en concreto para un sector primario muy debilitado y que arrastra desde hace años una importante crisis de rentabilidad. Un ejemplo de ello es el Cotonet de les Valls, cuyo origen establecía «probablemente en Sudáfrica» un reciente trabajo del grupo Ecología Química Agrícola (CEQA) del Instituto Agroforestal del Mediterráneo. Los citricultores de Castellón también temen la entrada de otras plagas del hemisferio sur como la mancha negra, la falsa polilla o el greening, de ahí que ahora exijan a Europa que establezca la reciprocidad fitosanitaria con estos países productores.

FAUNA CINEGÉTICA

Otro problema de la agricultura viene dado por la superpoblación de varias especies de fauna cinegética, como los jabalís, los conejos, las cabras hispánicas o los corzos. En el caso de este conjunto de mamíferos, las causas de su expansión cabe buscarlas en la falta de depredadores, pero también en el creciente, la despoblación del mundo rural y el abandono de tierras cultivadas, tanto en el interior como en el litoral. Así, no es extraño ver cerdos salvajes en fincas de naranjos de la Plana Baixa o en la desembocadura del Millars. Cazadores y agricultores exigen a las administraciones que se tomen en serio este asunto, pues las pérdidas afectan a cítricos, cultivos de secano y hortalizas. Otro caso de sobrepoblación es el de las urracas, que en apenas una década han colonizado las comarcas litorales y comen nidos de otras aves.

MÁS PLAGAS URBANAS

En los núcleos urbanos, empresas como Stop Plagas advierten de una creciente presencia de diversos animales como las cucarachas --también vinculadas al aumento del calor-- o de roedores, que se reproducen con muchas facilidad en solares y casas abandonadas.