El Caminàs, uno de los caminos más emblemáticos de Castelló, será objeto de una importante remodelación. Y lo será dentro de poco tiempo, dado que el Ayuntamiento ya ha anunciado que el conflicto con la Generalitat valenciana, que reclama al consistorio unas tasas de 15.000 euros por el uso de la vía pecuaria antes de otorgar la autorización de las obras, se solucionará en muy pocas semanas. El proyecto, valoradas en 4,6 millones de euros, acondicionará los casi 7 kilómetros del vial que separan el Peiró de Sant Jaume del ermitorio de la Magdalena, e incorporará una vía peatonal, un carril bici, alumbrado y varias zonas verdes.

Las obras, para el que el Ayuntamiento de la capital ya ha solicitado una ayuda europea, contemplan entre otras actuaciones la creación de unas franjas donde se ubique una vía peatonal y un carril bici. También se reforzarán los firmes y se ampliará la calzada allí donde sea necesario. Además, se aprovechará la superficie de anchura variable del camino (en el tramo ermita de San José- Hermanos Bou) para habilitar zonas de descanso y se implantarán varios espacios verdes.

La reforma integral del Caminàs contempla, asimismo, dotar o complementar la zona de aquellos servicios urbanos que la hagan atractiva y funcional, desde alumbrado, mobiliario urbano, jardinería o señalización.

OBRA EN TRAMOS

En función del estado del firme, de la anchura disponible y de la consolidación urbana, se ha dividido la actuación en tramos, por lo que se prevé una reordenación del vial diferente para cada uno dependiendo de la anchura (ver gráficos).

Amparo Marco, alcaldesa de Castelló, asegura que «la transformación del Caminàs en un corredor verde pretende invertir el peso del tráfico rodado actual en favor de la conexión peatonal y cicloturista». Para la munícipe, se trata de una intervención «que potenciará los entornos de las ermitas, configurando un complemento a las vías ciclopeatonales ya existentes en las rondas de circunvalación» de la ciudad. «Esta transformación integral ejemplifica un modelo urbanístico que humaniza la ciudad, contribuye a recuperar espacios para la ciudadanía y ofrece nuevas oportunidades de mejora de la calidad de vida», insiste la alcaldesa.

Históricamente, el Caminàs ha tenido un uso agrícola y de comunicación con el entorno próximo al casco urbano consolidado, que une el límite sur del término municipal de Castelló con la apreciada ermita de la Magdalena. Alrededor del camino se encuentran las ermitas de San Jaime de Fadrell, San José, San Pedro y San Isidro y el ermitorio de Lledó.

El proyecto del Caminàs depende de la Generalitat porque se trata de una vía pecuaria de titularidad autonómica. Por ello, el Ayuntamiento necesita de autorización para licitar la obra. La tardanza en obtener el OK obligó al consistorio a renunciar al proyecto el año pasado, para no perder los fondos europeos Feder.