La campaña citrícola, aparte del ligero retraso con que ha arrancado (y de la afección de la importación de fruta sudafricana), también presenta diferencias respecto a las anteriores en cuanto a contratación. Y es que este año las empresas de trabajo temporal han notado un descenso de demandas. Ello se debe a que los comercios y cooperativas «están contratando a más trabajadores directamente», señala Adela Pérez, directora general de Noawork, una ETT muy vinculada al mundo citrícola.

Aunque en su firma no han «notado el descenso», asegura, este sí se ha producido en el sector de las ETT debido a que las empresas naranjeras optan este año más «por hacer fijos discontinuos» en vez de las contrataciones temporales. Es decir, incluyen a más collidors en su plantilla, algo que siempre han venido reclamando los sindicatos.

El motivo que apunta Adela Pérez para este cambio es de mentalidad: «Las empresas tienen claro que deben tener una plantilla adecuada y no tanta temporalidad», afirma. «Tampoco era lógico» lo que pasaba en años anteriores, señala al respecto.

Y es que, en campañas precedentes, desde la patronal citrícola provincial, Asociex, se señalaba que unos 9.200 collidors trabajaban contratados directamente por comercios y cooperativas y en torno a un 35 ó 40% más lo hacían a través de ETT. Esto resulta en unos 13.000 trabajadores del campo. Desde los sindicatos incluso se elevaba la cifra a 14.000, de lo que resulta una temporalidad aún más elevada.

Precisamente, desde UGT señalan que, aunque es pronto para hacer una valoración de las contrataciones, el motivo de esta reducción de la temporalidad se puede deber «a la campaña contra el uso de las ETT» en el campo que llevó a cabo la Inspección de Trabajo de forma coordinada con la Generalitat, según la secretaria de Acción Sindical de Fica-UGT en la Comunitat. Rosa Benítez recuerda que, especialmente en Castellón, la campaña fue «muy potente». No en vano, preveía 250 inspecciones en los huertos, 100 más que un año antes. Asimismo, la revisión de las cuentas de empresas citrícolas derivó en al menos 4 expedientes sancionadores en la provincia por no abonar las cuotas a la Seguridad Social. Según Benítez, antes «no había sanciones». H