Si es de los que todavía piensan que pasar las vacaciones en un cámping no va con usted sepa que las instalaciones de ahora nada tienen que ver con las de hace dos décadas. En los últimos años, el sector ha invertido decenas de millones de euros en modernizar los alojamientos hasta el punto de que hay cámpings en Castellón que nada tienen que envidiar a los mejores complejos turísticos vacaciones. Y eso se nota en las cifras de ocupación, que crecen año tras año. El cámping se reivindica y se posiciona como una apuesta con valor propio.

Que los cámpings están más de moda que nunca es algo que demuestran las últimas cifras que maneja el Instituto Nacional de Estadística. Durante los cinco primeros meses de este año 77.322 viajeros eligieron una de las 43 instalaciones con las que cuenta la provincia, casi un 14% más que en mismo periodo del año pasado, cuando fueron 67.956. Esos algo más de 77.000 turistas realizaron 709.000 pernoctaciones.

Los datos de los cinco primeros meses del año no son más que una continuación de lo que en Castellón ya sucedió en el 2017, cuando los cámpings cerraron el ejercicio con 260.404 viajeros, un nuevo récord histórico y un 27% más que hace diez años. Y este verano las perspectivas también son excelentes. De hecho, estas instalaciones esperan el 100% de ocupación en bungalows y cerca del 95% de solicitud de parcelas para este mes de agosto. «La sensación es muy buena, incluso mejor que el año pasado, que ya fue un gran verano», asegura José María López, presidente de la Asociación de Cámpings de Castellón, que asegura que el sector está más de moda que nunca.

Desde la Federación de Cámpings de la Comunitat Valenciana también auguran un verano histórico. «Las perspectivas son excelentes, gracias a una estrategia de derribar clichés» sobre esta modalidad de alojamientos basada en la incorporación de bungalows, resorts de lujo o propuestas tematizadas. «Queremos dejar de ser el patito feo de los alojamientos turísticos», apunta Juan Delgado, presidente de la Federación, que defiende que “un cámping de gran categoría es un resort de lujo” y que los tópicos sobre los cámpings “están ya más que superados” en cuanto a la calidad de los complejos.

CIUDADES VACACIONALES // Adolfo Aucejo, vicepresidente de la Asociación de Cámpings de Castellón, insiste en que durante la última década el sector ha realizado un esfuerzo «muy importante en modernización y se ha abierto al público” a través de instalaciones que son “ciudades vacacionales», pero “en contacto con la naturaleza”, con actividades de ocio para todos los públicos.

Si el sector turístico de Castellón lleva años luchando por atraer a más clientes extranjeros (la proporción media es de 75% nacionales y 25% internacionales) los campings ya lo han logrado. De los algo más de 260.000 viajeros del año pasado, el 41% procedían de fuera de España. En verano, el 80% de los clientes son nacionales (del resto de la Comunitat Valenciana, pero también de Madrid, Aragón o Cataluña) frente al 20% de viajeros que proceden de diferentes países de la Unión Europea. Un porcentaje cambia radicalmente durante la temporada de invierno, cuando la mayor parte de los campistas proceden de Alemania, Francia o Gran Bretaña.