Los nuevos desafíos causados por el coronavirus y los problemas endémicos del sector centraron el debate de la jornada telemática sobre el futuro de la agricultura en Castellón organizada por Mediterráneo. Una cita que reunió a productores, comercializadores y Administración para analizar en qué situación queda el campo tras la pandemia, y cómo dar un impulso a la sostenibilidad de una parte de la economía que vive en una crisis casi permanente.

Con la colaboración de Cajamar, respondieron a las preguntas del director del rotativo, José Valencia, la directora general de Política Agraria Común de la Conselleria de Agricultura, María Teresa Cháfer; el presidente de la Asociación Profesional de Exportadores de Fruta de la Provincia de Castellón (Asociex), Jorge García Ballester; el director de la Cooperativa Agrícola Sant Josep de Burriana y presidente de Intercoop Comercial, Juan Vicente Moros y el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris.

Por parte de Cajamar aportaron su visión sobre la economía el director territorial de la entidad en Castellón, Jesús García; y el gerente de Banca de Empresas, José Manuel Enríquez.

A diferencia de otras actividades, el confinamiento ha supuesto más trabajo para la agricultura. «Cuando el mundo está en crisis, el sector primario es cuando menos lo está», destacó Juan Vicente Moros. Carles Peris mencionó el aumento de consumo y la demanda de los últimos meses, «pero apenas ha aumentado el bolsillo y los ingresos, hay desequilibrios brutales y por eso hay que generar valor, ya que el productor es quien menos recibe».

REGULACIÓN / Los problemas de la citricultura marcaron buena parte de las intervenciones, con la mirada puesta no solo en la próxima campaña, sino en Bruselas, a la que se acusa de un trato desigual respecto a la fruta importada desde países terceros. María Teresa Cháfer reconoció que estas entradas «hacen daño» y que los tratados comerciales «no tienen en cuenta el impacto» sobre el producto comunitario.

El presidente de Asociex lamentó que en estos momentos «cualquier país puede ir a Europa y ofrecer fruta, y cuando queremos ofrecer la nuestra todo son trabas e inspecciones». Para Carles Peris la solución no pasa por el proteccionismo, sino por aplicar los mismos baremos que la Unión Europea exigen a la agricultura española. Y afirmó que el ministro Luis Planas «no hace su trabajo: le echa las culpas al sector, en protocolos de exportación poco ayuda y poco contribuye a hacer informes para defendernos ante Bruselas».

Pese al incremento de las exportaciones en los últimos meses, la mayor parte de las ventas se centran en determinados países europeos, mientras que las vías de Rusia o los Estados Unidos están temporalmente cerradas. Por ello, se apostó por incrementar la promoción de los cítricos de Castellón y la Comunitat, como elemento diferenciador y de calidad respecto a la fruta llegada desde otros enclaves.

SOLIDEZ / Respecto a la situación financiera, los directivos de Cajamar detallaron las actuaciones emprendidas para respaldar al campo, como la concesión de créditos ICO, la aceptación de moratorias de préstamos o la activación de líneas de financiación. «En muchos casos estos empresarios se han dotado de liquidez en previsión de lo que pudiera pasar», apuntó José Manuel Enríquez. Jesús García recordó que la entidad «tiene como origen el sector agroalimentario y en crisis como estas estamos del lado de ellos tanto en Castellón como en el resto del territorio». Al mismo tiempo, mencionó que la emergencia sanitaria ha reforzado el papel de colectivos como el sanitario, algo que también debe ser extensivo a los labradores.

PREOCUPACIÓN POR EL REINO UNIDO / El brexit amenaza la exportación de cítricos de Castellón al Reino Unido. Está previsto que el próximo 1 de enero desaparezca el periodo de transición desde la salida de este país de la Unión Europea, por lo que cambian las relaciones comerciales. La consellera de Agricultura, Mireia Mollà reclamó la «mediación inmediata» del Gobierno ante el anuncio británico de aplicar aranceles a los cítricos españoles y expresó su «preocupación y rechazo» a la medida en un país que es el cuarto destinatario de las exportaciones agroalimentarias de la Comunitat Valenciana.

Según señaló el departamento, la propuesta del Reino Unido «amenaza con gravar las importaciones de cítricos con un 16% en el caso de satsumas, clementinas e híbridos, y del 3,2% a las naranjas». Mollà ya ha remitido una carta al ministro Luis Planas, y a la titular de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, «instándoles a que inicien las acciones que, en el ejercicio de sus competencias, puedan promoverse».

El presidente de Asociex, Jorge García, también mencionó en la jornada organizada por ‘Mediterráneo’ estos porcentajes y mostró su temor a que competidores «como Marruecos o Egipto consigan con los británicos tratados con aranceles al 0%».