Collidors y encajadoras empiezan a trabajar en la campaña de la naranja de este año, aunque no será «hasta el 15 ó 20 de octubre» cuando se dispare la cifra, al arrancar la recolección de la clemenules. Con más kilos para recoger este año, se precisa más mano de obra, en torno a un 20% más, según estimaciones de empresarios y cooperativas.

En la campaña del 2019-2020 llegaron a trabajar más de 20.000 personas: 14.000 en los huertos; y 8.000 en los almacenes. Desde Grupo Noa’s confirmaron que este año en el reclutamiento de personal se han encontrado con más candidatos que optaban a trabajar en el campo, sobre todo procedentes del sector servicios y hotelería --muy castigado por las restricciones del covid-19--.

Además, en Grupo Noa’s han detectado un mayor número de ofertas por parte de las empresas del sector agroalimentario, cara a la campaña citrícola. En la zona norte de Castellón, como Vinaròs, ya han contratado collidors para la recolección de fruta; y están formando ya en riesgos laborales a las encajadoras, para estar a punto cuando se las reclame para incorporarse a sus puestos.

En la cooperativa San Alfonso de Betxí estimaron que habrán contratado este año un 20% más de personal, porque el aforo es mayor. «Si otras campañas rondaban los 800, en esta llegarán a mil», apuntó José Luis Remolar.

SIN ATENCIÓN PRESENCIAL

Y en cuanto a los temporeros extranjeros, que según explicó el secretario general de Asociex, Enrique Ribes, son habituales, también es cierto que se están encontrando con problemas para poder contratarlos. Y es que justo ahora les toca volver a renovar sus permisos de trabajo en Extranjería y se encuentran que, con el covid-19, no hay atención presencial, pero en la línea telefónica tampoco les atienden para solucionarlo.

¿Y qué pasa con el protocolo anticovid-19? El gel hidroalcohólico y las mascarillas están presentes en el huerto y en el almacén, donde además hay mamparas, control diario de temperatura, etc. Representantes laborales confirman, además, que algunos almacenes han realizado las PCR a sus trabajadores antes de que se incorporen al trabajo.

Con todo, son medidas que suponen un sobrecoste para el sector agrario, que reclamaba apoyo de la Administración. Desde la Conselleria de Agricultura, su representante, Mireia Mollà, recomendó trabajar con «grupos fijos de temporeros, guardar distancias, seguridad e higiene, etc.». Sobre la campaña, Mollà auguró que será buena, por el aforo, los precios y porque la Comunitat parte «muy bien posicionada» tras aumentar la exportación.