La merma de producción que afecta al campo castellonense provocará un acortamiento de la campaña, de forma que a mitad de diciembre la recogida de la clemenules, variedad estrella en la provincia, prácticamente habrá acabado. Esto tiene su traducción en la pérdida de miles de jornales de collidors y personal de almacén, que este año verán cómo sus contratos duran un mes menos de lo habitual, lo que se traduce en una caída de sus ingresos totales de aproximadamente 30 millones de euros.

El responsable de UGT en el campo de Castellón, Ramón Serra, explica a este diario que el fin de la campaña de la nulera provocará que unos 10.000 collidors y más de 6.000 mozos de almacén (fundamentalmente mujeres) dejarán de trabajar unos días antes de Navidad, cuando habitualmente la temporada suele alargarse hasta mitad de enero. Incluso hay algunos comercios y cooperativas de la provincia que ya han anunciado que iniciarán la rescisión de este tipo de contratos la semana próxima, ya que en Castellón la producción de clementinas tardías y naranjas es baja.

Con ello, y teniendo en cuenta que muchos de los contratos para los meses más fuertes de la campaña se firman coincidiendo con la festividad del Pilar o unos pocos días antes, el resultado es que este año serán muchos los trabajadores para los que estos ingresos se reducirán a tan solo dos meses de trabajo, lo que repercute en la economía de miles de familias de Castellón.

MENOS CONTRATACIÓN // Las empresas de trabajo temporal ya explicaron hace tan solo dos semanas que esta campaña las peticiones de trabajadores por parte de las empresas hortofrutícolas de la provincia se han reducido con fuerza respecto a temporadas anteriores. Una de ellas, Treball al Dia, incluso dio cifras y aseguró que de los 1.000 empleos vinculados a la naranja que suelen facilitar a los comercios de Castellón, este año solo llegarán a los 300.

Tanto las organizaciones productoras como los sindicatos de trabajadores explican que si este año será una de las campañas más cortas que se recuerdan es porque la caída de producción ha sido mayor de la esperada (el aforo predijo un descenso del 40% respecto al año pasado en el caso de la clemenules). Aunque no existen datos por términos, la sensación de quienes están día a día en el campo es que la falta de fruta es muy acusada en los municipios situados al norte de la Plana Baixa, especialmente Betxí pero también zonas de Vila-real o les Alqueries, donde los descensos podrían alcanzar el 70%. En cambio, en otras localidades ubicadas más al sur, como Nules, la Vilavella o la Vall d’Uixó, esta problemática no ha resultado tan grave.