El Estado volverá este año a frotarse las manos. A estas alturas del 2018 nadie pone en duda que la mayor parte de las figuras tributarias conseguirán una recaudación récord. Tiene sentido que así sea, ya que la economía en Castellón sigue creciendo con fuerza. Pero lo paradójico es que aunque hay indicadores que todavía están lejos de los registrados hace diez años (la tasa de paro, pese a caer al 15,7%, dobla a la del 2007 y los salarios siguen creciendo al ralentí), las familias de la provincia ya pagan casi tantos impuestos a Hacienda como en los años de bonanza. Sin embargo, el Impuesto de Sociedades, que grava los beneficios de las empresas, sigue muy lejos de recuperarse. ¿Conclusión? El Estado ha recuperado su músculo recaudador pero lo ha hecho a costa de trasladar la presión fiscal desde las empresas hacia las familias, que cada año pagan más impuestos.

Que las familias de Castellón destinan cada vez más dinero a impuestos es algo que demuestran los datos que maneja el propio Ministerio de Hacienda. El año pasado, los gravámenes estatales dirigidos a los consumidores (IRPF, IVA, Renta de No Residentes, Sucesiones y Donaciones, Patrimonio y Especiales) recaudaron en Castellón un total de 1.320 millones de euros, cifra muy próxima a los 1.554 millones del 2007. No obstante, el Impuesto de Sociedades sigue muy lejos de recuperarse: los 313,5 millones aportados por las empresas de la provincia durante el último año representan menos de la mitad de la recaudación que alcanzaba este impuesto hace exactamente una década.

Uno de los tributos que más alegrías está dando al Estado es el IRPF, que grava la renta. Los ingresos por este concepto superaron el año pasado en Castellón los 600 millones de euros, un 18,6% más que un año antes y prácticamente la misma cifra que antes de la crisis, cuando el nivel de desempleo y el salario medio de los trabajadores era mucho más alto que ahora. Se trata de un tributo que se hundió en el inicio de la crisis, pero el Ejecutivo de Mariano Rajoy consiguió apuntalarlo a partir del año 2012 con una primera subida de impuestos a los hogares.

EL IVA CRECE POR EL CONSUMO

Lo que también crece y crece es la recaudación vía IVA, que el año pasado aumentó en Castellón un 11,5%, hasta los 143,1 millones de euros. El incremento del consumo y el tirón del turismo explican el alza, pero para entender por qué la recaudación es cada vez mayor tampoco hay que olvidar las subidas que aplicó el Gobierno a este gravamen en los años 2010 y 2012. Un dato. En 2012 el Estado ingresó vía IVA en la provincia 83 millones de euros. Hoy son casi el doble.

Los impuestos especiales, que gravan el consumo de alcohol y tabaco, también mantienen una tendencia alcista y aportan a las arcas del Estado 16,6 millones.

Sin embargo, la recaudación por el Impuesto de Sociedades se incrementó un 12,6% el año pasado en Castellón, pero sigue muy lejos del nivel que alcanzaba hace una década: 313,5 millones frente a 638,7. Para los expertos la clave de la baja recaudación está en la llamada deducción por bases imponibles negativas, que permite a las empresas compensar los beneficios actuales con pérdidas anteriores. Un ejemplo. Si una compañía pierde este año 100 y el próximo año gana 100, se compensan entre sí y el próximo año no pagará Sociedades.

El Gobierno ha anunciado que en los presupuestos del 2019 incluirá un tipo mínimo para el Impuesto de Sociedades para grandes empresas. ¿El objetivo? Que paguen más, algo que no gusta a los empresarios, que ya han manifestado su rechazo.