Los cargos socialistas castellonenses más significativos marcaron ayer lunes distancias con el exsecretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en el día después del fin de semana en el que el exlíder federal se dejara ver de nuevo para anunciar públicamente su renuncia al acta de diputado (con el fin de evitar la votación de investidura de Mariano Rajoy), y dejara más que claro que piensa participar en la carrera por el control del liderazgo del partido que, para él, ha comenzado ya.

Al menos por ahora, si el president y máximo responsable del PSPV, Ximo Puig, continuó en su línea de discreción al valorar apenas que respeta «la libertad de cualquiera para hablar o callar», los jóvenes alcaldes que lideraron el manifiesto por el no a Rajoy, hablaron con su acostumbrada claridad al asegurar que su posición contraria a facilitar el Gobierno del PP en ningún caso era, ni representa ahora, un aval para Pedro Sánchez.

Puig abogó por «recoser» el PSOE a partir de un «proceso profundo de discusión respecto al proyecto político», y expresó su deseo de que haya «un debate sosegado y sereno» para formularlo. El líder del PSPV insistió en todo caso en que lo que más le preocupa «es la Generalitat valenciana», y que «comiencen a desbloquearse proyectos importantes de infraestructuras pendientes en la Comunitat».

Sí quiso asegurar por otra parte que la posición del PSOE «no puede estar vinculada a ningún otro partido, tiene que tener su propio proyecto político», en relación con las declaraciones de Sánchez en el programa Salvados el domingo, respecto a que erró en el planteamiento de la relación con Podemos. En cuanto a la valoración de la alcaldesa de la capital y presidenta de la agrupación local del PSPV, Amparo Marco, quien en su momento respaldó el no es no de Sánchez, reiteró que da prioridad a su condición como primera edila y declinó hablar ahora sobre el partido.

renovación total // Por su parte, el secretario provincial del PSPV y alto cargo de la Generalitat, Francesc Colomer, insistió en la necesidad de un congreso de refundación en el PSOE, en el que «se levante al aire todo menos los valores socialdemócratas». Desde el «respeto a lo que ha hecho Pedro», de quien dijo que «es responsable de lo que hace», no se posicionó sobre Sanchez como eventual candidato a la secretaria general y apostó porque sean nuevos valores quienes lideren la reconstrucción del partido.

José Benlloch, alcalde de Vila-real y portavoz del partido en la Diputación, señaló su «absoluto respeto para que el militante Pedro Sánchez haga lo que considere», pero añadió que no le «parece nada bien», el hecho de que «entra en una carrera para presentarse a algo que aún no tiene ni fecha». Benlloch puso de relieve que «no ha sido el mejor secretario general del PSOE», aseveró que «este partido no puede ser un apéndice de Podemos», y pidió «la mayor tranquilidad posible en el partido». También «desde el respeto», el delegado de Presidencia de la Generalitat en Castellón, Adolf Sanmartín, tachó sin embargo de «irresponsable» una decisión de Pedro Sánchez que, dijo, «resta credibilidad al inmenso trabajo que se hace desde la Generalitat», con una actitud que calificó de «revanchista, disfrazada de la defensa de la democracia de base».

«lo han hecho fatal» // La alcaldesa de la Vall d’Uixó, Tania Baños, fue tajante al afirmar que «las dos partes lo han hecho fatal» durante la crisis del PSOE, en referencia a Sánchez y también a los barones que forzaron su salida. Baños aseveró con la misma firmeza que «nuestro manifiesto refleja una posición institucional de no a Rajoy, pero no tenemos ningún tipo de posicionamiento en relación a Pedro Sánchez».

En una línea similar se pronunció el primer edil de Onda, Ximo Huguet, quien incidió en que «el manifiesto que suscribimos solo era un no a Rajoy, pero para nada un aval a Sánchez». H