La comisión permanente de Cáritas diocesana Segorbe-Castellón alerta de que los equipos parroquiales están «desbordados» por la afluencia de personas necesitadas, por los efectos económicos de la crisis sanitaria del coronavirus. Sobre todo, desde el inicio del confinamiento, ha crecido mucho la petición de ayuda para comer. En Castelló pusieron en marcha un turno doble en servicio de comedor con menús para llevar que ha duplicado la cantidad (de 100 a 200 personas). También han reforzado la atención telefónica de casos nuevos y para acompañar a familias o personas confinadas solas, haciéndoles la compra en algunos casos.

El delegado episcopal, Sergio Mendoza, avisa de que, dada la alta demanda, los equipos locales se sostienen con el fondo de la pobreza. Además, se llevan a cabo más acciones de acompañamiento y asistencia social.

Para hacer frente, en Castelló han ampliado el centro de acogida de personas sin techo en concertación con el propio Ayuntamiento y han constituido el fondo diocesano ante el covid-19.

El gabinete de gestión de la crisis creado por Cáritas intercambia información semanal y ya activó un nuevo servicio de ayuda de emergencia del covid-19, que atiende casos nuevos, pendientes de ayuda de Servicios Sociales y que no pueden ser atendidos por los equipos parroquiales de la provincia, según Ana Beltrán, coordinadora general.