Es un día de mucha alegría, a pesar de las lágrimas». Con estas palabras iniciaba su intervención la reina saliente de la Magdalena, Estefanía Climent. Pese a que trataba de expresar sus propios sentimientos, lo cierto es que resumió bien el acto de recepción oficial a la que será su sucesora, Carla Bernat, a la reina infantil que le acompañará en el any fester que comienza, Lucía Burguete, y a sus dos cortes de honor.

El salón de plenos del ayuntamiento de Castellón, que volvió a quedarse pequeño, acogió una cita repleta de emociones y orgullo castellonero. Ninguna de las protagonistas --ni las entrantes ni las salientes-- pudo evitar que se le escapara alguna lágrima durante la mañana. Tanto es así que la máxima representante infantil del 2017, Berta Montañés, tuvo que interrumpir en varias ocasiones su discurso y fue consolada por la alcaldesa, Amparo Marco, y la concejala de Fiestas, Sara Usó.

Durante su intervención, la reina infantil reconoció que la invadía «mucha alegría, pero también un poco de miedo» ante la responsabilidad de representar «a todos los niños de Castellón». No obstante, se mostró convencida de superar el reto gracias a la compañía de la que definió como su «amiga»: la nueva reina, Carla Bernat. Ambas se conocen bien, pues han compartido muchos momentos en la gaiata 17 de la capital, Tir de Colom.

Por su parte, Bernat demostró aplomo y seguridad al asegurar que inicia un «año muy especial» tras 16 en el món fester, que le han servido para «aprender mucho» y ser consciente de que la clave del éxito es «una mezcla entre protocolo y diversión», resaltó.

Junto a la alcaldesa y la presidenta del Patronat Municipal de Festes, presidieron el acto la vicealcaldesa, Ali Brancal, y el presidente de la Junta de Festes, Juanvi Bellido. En su discurso de cierre, Marco anunció que el próximo año este evento, así como el de la despedida de las reinas y sus cortes de honor, se celebrará en el Palau de la Festa, un edificio que pretenden «poner en valor».

Asimismo, reivindicó el «ejemplo de democracia y transparencia» que supone elegir los cargos magdaleneros «voto a voto, en una urna». Para acabar, la alcaldesa agradeció el esfuerzo a todos los castellonenses que, desde las gaiatas y el resto de colectivos festivos, «hacen posible que tengamos unas celebraciones tan grandes e internacionales».