El expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra no regresará a vivir a Castellón y residirá en Madrid hasta que alcance la libertad provisional con control telemático, de modo que pueda cumplir la pena desde su domicilio, fundamentalmente porque su edad y estado de salud le harían difícil pasar los controles físicamente en el centro penitenciario, cuando las dos cárceles castellonenses son de régimen cerrado, por lo que tendría que viajar a Valencia, según ha podido saber Mediterráneo.

Fabra se encuentra interno en la prisión de Aranjuez, donde regresó el domingo por la tarde tras disfrutar de su primer fin de semana libre en virtud de la concesión del tercer grado por parte de la jueza de Vigilancia Penitenciaria, una decisión que ha sido recurrido por la Fiscalía.

Precisamente ayer Anticorrupción confirmó que su recurso de apelación directa contra ese régimen de semilibertad para Carlos Fabra Carreras se ha planteado ante la Audiencia Provincial de Castellón, y no en Madrid como por error informó el organismo. Además, el fiscal señala que entre las razones que expone en su petición se encuentra que adeuda a la Hacienda Pública cantidades de dinero derivadas tanto de la responsabilidad civil como por la multa que fue impuesta en la sentencia condenatoria.

En este sentido, fuentes cercanas a la defensa reiteraron --como señaló en su auto la jueza de Vigilancia-- que la responsabilidad civil ya está abonada, y las cantidades que restan por pagar se corresponden con la multa y con intereses. Mientras se resuelva el recurso, el expresidente de la Diputación espera ahora a que esta semana la junta de tratamiento del centro de Aranjuez decida el detalle de su régimen abierto y en que centro lo cumplirá. H